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La directora de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, ha mantenido conversaciones con los representantes de los países más afectados por la nueva gripe. La idea de la videoconferencia, que el ministerio enmarca en el contacto permanente con la OMS, es prepararse para elevar el nivel de alerta de la epidemia hasta su máximo (el 6, pandemia).
La decisión es esperada por todos los expertos debido al aumento de transmisiones: 2.449 casos registrados (los reales seguro que son muchos más) en dos días. Hoy hay una reunión del grupo de expertos de la que podría salir la declaración.
La noticia no se puede retrasar, según los protocolos de la OMS, porque ya hay trasnmisión del virus confirmada fuera de América del Norte. Por ejemplo, sólo en Chile ha habido 1.283 nuevos casos en dos días. En Australia el aumento ha sido de 173, y en Japón de 75.
La propuesta no es una sorpresa. Ya el martes, en su habitual teleconferencia, el representante de la organización, Keiji Fukuda, dedicó gran parte de su tiempo a explicar qué quiere decir que haya una pandemia y a manifestar que le preocupaba casi más la opinión pública y las posibles reacciones de pánico ante el anuncio del cambio de nivel que la situación sanitaria, que sigue sin ser grave, aunque se haya extendido ya por casi todo el mundo.
En esta propagación, falta África, pero eso puede ser más por falta de sistemas de control adecuados que porque el virus no haya llegado
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