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El Consejo de Ministros en pleno, en el mitin de Vistalegre

El cambio, según Zapatero: 'Menos ladrillos y más ordenadores'

El cambio, según Zapatero: "Menos ladrillos y más ordenadores"

> El lehendakari Patxi López fue, sin embargo, el gran triunfador
> Desentierra contra el PP y la Iglesia el ‘no pasarán’ de la Defensa de Madrid

En 45 minutos, Zapatero ha vendido en el primer mitin electoral en la plaza de Vistalegre “más protección, más seguridad social y más derechos” para la ciudadanía. En uno de los actos más espectaculares realizado por los socialistas en esta plaza, ha hecho un discurso neto de izquierdas en el que ha sacudido a la Iglesia, a la patronal, al PP, a Aznar a Bush y, en fin, a todos los contrarios a sus políticas económicas, laborales o sociales. Una frase define el tono optimista y mitinero de ZP: “Vamos a salir reforzados de la crisis, con más protección, con más seguridad social y con más derechos para los ciudadanos”. El héroe de la jornada fue, sin embargo, el lehendakari Patxi López, el más ovacionado por los 12.000 asistentes al acto.
         Lleno hasta rebosar en la plaza de Vistalegre donde, acompañado por los secretarios generales regionales, presidentes autonómicos socialistas y el Gobierno en pleno –no faltó ni un ministro a la convocatoria del presidente- Rodríguez Zapatero ha dicho que nada ni nadie le parará en sus políticas sociales. En ese capítulo, al que dedicó una buen parte de su discurso –que abre, en realidad, la campaña electoral para les elecciones europeas del 7 de junio-, Zapatero resucitó el famoso grito de la defensa de Madrid en la Guerra Civil: “No pasarán”.

         Frente a la política que piden banqueros y grandes empresarios de recortes sociales, de reducciones de plantilla, de despido libre, Zapatero calentó a las masas diciendo que “no voy a consentir que retrocedamos muchos años atrás en los derechos de los trabajadores. ¡No van a pasar!”. Así de taxativo fue. “Vamos a salir de la crisis económica con una política social que haga avanzar los derechos sociales y de protección de todos los ciudadanos. Vamos a conseguir que se salga así de la crisis”.

         Ante unas 12.000 personas, el presidente expuso más enfáticamente que nunca su deseo de combatir el desempleo con ‘coherencia’ en las acciones: la protección social, los derechos de los trabajadores, la educación, la sanidad, las pensiones y el apoyo general a las clases más desfavorecidas “lo garantiza un gobierno socialista pese a lo que pese a la derecha”. En esta situación mostró su agradecimiento a los trabajadores –“sé que muchos de los que estáis aquí tenéis un carné sindical”- y a los sindicatos por no caer en las redes de la derecha y no convocar, por ejemplo, una huelga general contra el Gobierno. Se trató, sin duda, de un guiño a Fernández Toxo (de CCOO) y a Cándido Méndez (de UGT) para que no caigan en los cantos de sirena de la derecha y de la clase empresarial, que quisieran –Zapatero dixit- una conflictividad laboral creciente para minar al Gobierno socialista.

         “Quiero que el diálogo social avance” y esa es la razón por la que Zapatero no respondió en este mitin a la durísima crítica del presidente de la patronal, Gerardo Díaz Ferrán, que días atrás le culpabilizó a él directamente, como presidente del Gobierno, de la crisis económica en España. No le respondió directamente, pero sí de forma indirecta, afirmando que quienes han creado esta crisis son los ‘tiburones’ norteamericanos amigos de la derecha española.


Contra el PP, la Iglesia y la patronal

         En Vistalegre salió –no podía faltar- el nombre ‘malquerido’ de José María Aznar –gran pitido generalizado-, su política económica ‘antisocial’ y su ‘guerra ilegal’ contra Irak. Zapatero utilizó de nuevo un viejo recurso para descalificar al PP: “Le diré a Aznar que yo también creo en su ‘Alianza de los Civilizados’, pero le pediré que revise sus conceptos, porque en los civilizados no caben guerras ilegales como las de Irak”.

         Y mucho Obama en el mitin, otro gran recurso zapateril, a quien el presidente español utiliza hasta para cuando habla de la investigación de células-madre. En este apartado, Zapatero anunció que nada se opondrá al avance de los ‘derechos sociales’ en todos los campos, nada, ni siquiera la Iglesia Católica, a la que retó, junto al PP, a que intente parar la ley de interrupción voluntaria del embarazo que el Gobierno socialista propone: “¿Por qué tenemos esta mala suerte de tener la derecha más derecha de toda la Unión Europea, por qué?”, se preguntó de forma retórica.

         He aquí el gran cambio que necesita España, según Zapatero: “Menos ladrillo y más ordenadores; menos ladrillo y más innovación; menos petróleo y mas energía renovables”.

         Zapatero ha decidido no morderse la lengua en esta campaña electoral y ha iniciado en Vistalegre su tono, forma y fondo más mitinero: “Todos estos que hablan del despido libre tienen unos contratos blindados”, dijo, y el público se deshacía las palmas de las manos de tanto aplaudir, pero porque sabían que el presidente del Gobierno llevaba razón, al menos en este punto.

         A Europa, sin embargo, sólo le dedicó los cinco minutos finales de su intervención, para hablar de la necesidad de un Partido Socialista responsable y fuerte en el Parlamento Europeo. “Vamos a dejar a los más jóvenes una España mejor para que disfruten de ella”.



Patxi López, el héroe de la jornada

         Una buena parte del discurso de Zapatero estuvo dirigida a ensalzar la figura del secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, que acaba de ser investido como nuevo lehendakari vasco; una figura, la de Patxi, que va a acabar contra el terrorismo, según Zapatero, y que ha llegado a la Lehendakaritza por mérito propio, sin tener en cuenta el apoyo imprescindible de los 13 diputados autonómicos del PP en el Parlamento vasco. En esa amplia parte del discurso, Zapatero aprovechó para echar en cara al PP sus “mentiras e insidias” durante cuatro años, “crispando” con que el Gobierno negociaba con ETA.

         Lo cierto es que fue una sorpresa que levantó los ánimos por la vía del sentimiento. El secretario general de los socialistas vascos y nuevo lehendakari, Patxi López, tuvo sus “dos minutos para expresar dos sentimientos: orgullo y responsabilidad” y fue el más aplaudido de la jornada. “Ha sido una semana llena de emociones y sentimientos a flor de piel”, inició López su arenga, para añadir, con la emoción a flor de pie, que estaba orgulloso “de ser un socialista en Euskadi”, pero advirtiendo “que nadie espere revanchas con el pasado, no, venimos con la mano tendida para buscar un futuro juntos, con todos”.

         Al público de Vistalegre, en pleno barrio obrero de Carabanchel, le dijo López que “yo no quiero una Euskadi enfrentada y dividida, yo la quiero unida”, y que va a buscar el entendimiento con todas las fuerza políticas para luchar contra el terrorismo de ETA. “No voy a gobernar contra nadie ni contra nada”, añadió finalmente, porque “tengo pasión por las ideas socialistas” y pasión por Euskadi y por sus gentes. Las gradas se venían abajo.

         Antes que López actuaron la secretaria de Organización, Leire Pajín; el presidente del partido, Manuel Chaves, el secretario general de los socialistas madrileños, Tomás Gómez, y el candidato número 1 para Europa, Juan Fernando López Aguilar. Ninguno despertó tanta expectación como Patxi López.

         Pajín, siempre efectista, presentó en sociedad a Verónica, una joven de Talavera de la Reina (Toledo) nacida en 1989, el primer año que España pudo votar en Europa, y que a sus veinte años acaba de afiliarse al Partido Socialista. La presentó contraponiéndola al fundado del partido, Pablo Iglesias, para recordar que ha encontrado en ella la misma mirada de honradez que el ‘abuelo Pablo’. El resto de su discurso para criticar a los que “no arriman el hombro” para salvar a España de esta grave crisis, de quienes quieren abaratar el despido o se hunden en la corrupción (caso Gürtel).



Los galimatías de Manuel Chaves

         Chaves protagonizó una curiosa anécdota al vestir de ‘torero’ al presidente valenciano, Francisco Camps, incurso en el caso de corrupción de la trama Gürtel: “A este partido no se viene para llevar ‘TRAJES DE LUCES’, noooooo”. “¿Quuuuuuuéeeee?¡, decía el público, como en el famoso chiste sobre San José. ‘Noooooooooo’, repitió Chaves, hasta que cayó en la cuenta del error: no son trajes de luces los que lleva –supuestamente regalados- el presidente valenciano Francisco Camps, sino “trajes de lujo”. ‘Ahhhhhhhhh’, respondió la afición.

         El discurso de Juan Fernando López Aguilar, al igual que los anteriores, estuvo más centrado en la crítica al PP que en el futuro: fue duro con la ‘foto de Aznar, Rajoy y Mayor, que es “la foto que no nos gusta, que nos da miedo”. Es preferible la ‘foto’ del ‘justo’ Zapatero, que apuesta por la Alianza de las Civilizaciones, por lo verde, por el europeísmo, por el socialismo: “Me siento orgulloso de formar parte de este gran proyecto que tiene por secretario al compañero José Luis”.
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