Tom Cruise, representando al Coronel alemán Claus Von Stanffenberg, Conde de Schent, quiso matar a Hitler por un procedimiento tradicional: un atentado con un explosivo dentro de una cartera de mano con documentos militares, que pretendía colocar cerca del cuerpo de Adolfo Hitler, en su Cuartel General denominado “Wolfsschance” (guarida del lobo), inclinado sobre la mesa con los planos de las operaciones militares del día 20 de julio de 1944 y atento a las explicaciones de los retrocesos de las tropas alemanas en la Francia ocupada que le daban los altos mandos militares. Hacía más de un mes que las tropas norteamericanas del general Eisenhower habían ocupado en Normandía la península de Catentin el 14 de junio de 1944. El avance aliado se mostraba imparable y la llegada a París también. El general De Gaulle entró en la capital el 19 de agosto.
Flotaba en el ambiente el olor a una posible derrota. Ello llevaba a los contrarios a Hitler a expresar su desaprobación para evitar males mayores. La película está basada en un hecho real. Capta bien la atención del público y se ajusta al momento bélico y político social en Alemania. Pero el director de cine Bryan Singer, si bien refleja la preocupación de los protagonistas en sus rostros, se echa en falta algún detalle que situara al espectador en el tiempo. Se había abierto en Europa el Segundo Frente que solicitaba Stalin. Los rusos en los meses de enero- febrero de 1943 habían logrado cercar a las tropas alemanas del general Von Paulus, en Stalingrado, y que capitulara y cayeran prisioneros cerca de 90.0000 soldados alemanes. Además, el 6 de junio de 1944 a las seis de la mañana comenzó el bombardeo en las playas de Normandía que permitió que 620.000 soldados americanos, ingleses, franceses y canadienses, transportados en más de 500 barcos, apoyados por 15.000 aviones, desembarcaran y comenzara la recuperación de Francia.
Los conspiradores político-militares que pretendían eliminar a Hitler y firmar la paz con los aliados, ante el desarrollo de los acontecimientos, no tuvieron mucha “altitud de miras”, No pensaron en utilizar la aviación para destruir “la guarida del lobo”, instalada en la zona norte de la Prusia Oriental, oculta en un bosque de muchos kilómetros cuadrados de extensión con una tupida vegetación donde pasaba oculto a los reconocimientos aéreos de la aviación aliada.
Los autores del golpe de Estado no pensaron en lo práctico que hubiera sido utilizar la aviación aliada para bombardear la zona del refugio y dejarla arrasada e incendiada. Bastaba con conocer las coordenadas en el plano de la zona del refugio, que el coronel podía calcular, para determinar exactamente la zona del bosque donde se encontraba, ya que tenía acceso al Cuartel General.
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El segundo paso, proporcionarles el dato al servicio de inteligencia británico, al norteamericano o a las dos, para mayor seguridad. En esa época, no deberían escasear los espías aliados en Alemania.
Puesto que los políticos y militares comprometidos en la operación Valkiria eran conscientes de la traición al juramento prestado ante Hitler, al organizar el atentado, no tuvieron en cuenta dos cuestiones fundamentales. Que para el Ejército alemán y la población hitleriana, siempre hubieran sido unos traidores, aunque hubieran logrado dar muerte al Führer. En cambio, si la traición hubiera sido proporcionar la situación del oculto Cuartel General donde vivía Hitler, y que la aviación aliada lo hubiera destruido en un bombardeo, la noticia del golpe se diluía y podía pasar desapercibida para la posteridad. La imagen y futura situación política de los conspiradores no quedaría dañada.
¿Qué hubiera sucedido si Hitler hubiera muerto el día 20 de julio de 1944, por un bombardeo aéreo o por el atentado? ¿Hubiera cambiado la historia? Seguro que hubiera cambiado la historia.
Recordemos alguno de los hechos históricos de los que Hitler fue protagonista posteriormente al atentado. Desarticuló la operación Valkiria, tanto en Berlín como en París. “Los conspiradores fueron perseguidos y cerca de 5.000 personas fueron ejecutados, de los que solo 180 a 200 habían tomado parte en los acontecimientos”.
El mismo día 20 de julio, después del atentado el político Himmler fue nombrado comandante en Jefe de Ejército de Complemento. El 1 de agosto Hitler impone la responsabilidad jurídica de los familiares para poder detener a los familiares de los principales acusados. Se decreta una movilización masiva de todos los hombres útiles de los 16 a los 60 años. Los más jóvenes y los más ancianos son encuadradas en el Dentscher Volksturn (milicia popular) el 25 de septiembre de 1944.
Muchas victimas causó la Segunda Guerra Mundial iniciada por Hitler, convertida primero en Guerra Europea y después Mundial. El resultado total fueron 55 millones de muertos, 35 millones de heridos y 3 millones de desaparecidos. Nunca las perdidas entre la población civil habían sido tan importantes. Los ataques aéreos, causaron cerca de un millón y medio de victimas civiles. Los alemanes muertos en guerra se aproximaron a cuatro millones.
Los exterminios masivos de 4 a 5 millones de judíos, las deportaciones a los campos de trabajo y de concentración; las represalias y las emigraciones ocasionaron la muerte de más de 30 millones de personas.
Los gastos bélicos ascendieron a 1.5 billones de dólares. El 21% corresponde a Estados Unidos, el 20% a Gran Bretaña, el 2l 18 % a Alemania; el 13 % a la URSS, y un 4 % al Japón. La recuperación económica fue rápida. En 1948 la producción y el comercio mundial alcanzaron el nivel del año 1939.
Las cifras de los refugiados y de sus sufrimientos, desde 1939 a 1945, son imposibles de contar y de evaluar.
La película, 65 años después de los hechos, ha tenido más éxito que el atentado. La
“guarida del lobo” es hoy territorio polaco y centro turístico. Lo constituían unos 80 edificios camuflados, 50 de los cuales eran búnkers. Existe un monumento a los conspiradores.
¡Que una Catástrofe de esta envergadura, no vuelva nunca a producirse!
Si (
No(
