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Ambientalistas denuncian crueldad

Los profesores piden sapos y ranas para vivisección

Los profesores piden sapos y ranas para vivisección

Cuando no había tecnología educativa se podría haber perdonado que cientos de alumnos salieran todos los años a buscar sapo, ranas y salamandras para cumplir con el pedido de sus profesores, que los fracasarían al no cumplir con el pedido.  Los anfibios eran abiertos sin anestesia, cortados en pedacitos y tirados –todavía vivos- a los tinacos de las escuelas.

La última denuncia, que todavía el ministerio no ha respondido, se refiere a una mayor crueldad.  Un profesor pidió a sus alumnos huesos de perro, algo casi imposible de conseguir.  La denuncia de que unos alumnos habían robado un perro, al que golpearon sin poder matarlo, y luego pusieron una bolsa plástica en su cabeza para asfixiarlo, hasta que lograron su objetivo, horrorizó a alguno compañeros que contaron la hazaña académica a unos ambientalistas.

La tecnología educativa actual permite estudiar diversos tipos de disecciones, con lo que los colegios deberían prohibir la trata de sapos, ranas y perros que todos los años son perseguidos y cruelmente maltratados a seccionarlos todavía vivos y sin anestesia.“Me gustaría ver al ministro acostado en una mesa de disección de alumnos marcianos para ver si prohíbe o no la cruel práctica académica”, dijo una madre que se negó a cumplir con la insensible orden escolar.

 

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