La línea de transmisión se extenderá por 614 kilómetros, de ellos 274 en suelo panameño y 340 en el socio vecino, Colombia, previéndose que la línea será en su mayoría del tipo tendido aéreo, con aproximadamente 559 kilómetros. Las operaciones de la interconexión estarán a cargo de la compañía Intercolpa, integrada por la panameña ETESA (Empresa de Transmisión Eléctrica S.A.) y la empresa colombiana ISA. El costo previsto contempla además los trabajos de ampliación de las subestaciones Cerromatoso y Panamá II.
Como parte de los preparativos se efectuará una evaluación de carácter ambiental, la cual será sometida a la consideración de las autoridades correspondientes. Una parte de los estudios técnicos y sociales contará con un respaldo financiero de 1,5 millones de dólares por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
La interconexión es una vieja aspiración tecnológica-comercial, que permitirá que el continente pueda ser interconectado. El próximo paso es terminar la carretera panamericana, una vez se solucionen los problemas fitosanitarios y de inseguridad en la frontera colombo-panameña.