El especialista afirmó que "al final el vicepresidente (Julio) Cobos tenía razón porque a la luz de los actuales precios de granos y oleaginosas, el suyo fue un voto no positivo para el campo".
Además, agregó que "con los actuales precios internacionales del trigo, el maíz y la soja, de haber estado vigentes las retenciones móviles, hoy el sector agropecuario estaría en mejor situación y pagaría alícuotas más bajas que las actuales"
"Con un precio actual del trigo en Chicago de 260 dólares la tonelada, las retenciones estipuladas en las resoluciones 125 y 64 serían del 23% en lugar del 28% vigente", explicó Bein.
El economista indicó también que "para el maíz, la situación es similar: con el precio en Chicago de 175 dólares la tonelada, las retenciones alcanzarían al 20% en lugar del 25% que festejaron las entidades del campo después del debate parlamentario".
Por último, opinó que "la Argentina es un país paradójico que no deja nunca de sorprendernos".
A todo esto hay que agregarle las ventajas que hubiesen logrado con el flete los productores más alejados y otros beneficios que fueron dejados de lado al rechazarse la 125.
Como conclusión, y lamentablemente, perdimos todos. Desde el gobierno, que tras un análisis deficitario presentó mal el tema, sin medir las consecuencias, y cuando fue subsanando la situación ya era tarde, sufriendo un desgaste innecesario, que incluyó el cambio de un ministro de economía y el del Jefe de Gabiente; el campo que tuvo un apoyo más político que afectivo, y que ahora sí se ve perjudicado por la situación mundial y no por la 125, dejado de lado beneficios que incluían la ley y perdiendo cierto acompañamiento popular en estas nuevas medidas de fuerza y obviamente la mayoría de la población que sin estar de un lado o del otro tuvo, no termina de comprender un conflicto que cada vez tiene menos sentido.