Jueves 26 de junio de 2008
El Presidente del Gobierno de España se lleva mal con "ZP", el personaje idealista-buenista creado por el astuto Pepe Blanco.
Rodríguez Zapatero, es un político pragmático que cambia de rumbo siguiendo el que trazan las encuestas: un día defiende la política de "papeles para todos" y al otro vota a favor de la Directiva Europea de Inmigración. Por eso se lleva mal con su otro yo, con el "personaje ZP".
Están en conflicto y a ése registro hay que acudir para interpretar la política bipolar que practica el Gobierno en materia de inmigración: por una parte (durante cuatro años ) discurso-llamada; por otra ( la pasada semana en Bruselas ) apoyo a la misma política que impulsan Sarkozy y Berlusconi. Así las cosas, se entiende que el Presidente esté de los nervios. Antes de ayer los perdió en la sesión de control del Congreso de los Diputados defendiendo la mencionada Directiva con la que a un inmigrante sin papeles, le pueden caer hasta 18 meses de trena.
Pero eso no tiene importancia, porque, en paralelo -aquí reaparece de nuevo el "personaje ZP"-,entre las enmiendas a las ponencias que presentan al 37º Congreso que el PSOE celebrará la semana que viene hay una que pide que España lidere en la Unión Europea la lucha por la defensa de los inmigrantes "incluso en situación de ilegalidad". Pues eso: dos almas y dos personajes en busca de un actor. Está claro que Zapatero tiene el corazón "partío".