Domingo 22 de junio de 2008
Han sido tres meses difíciles, preñados de dificultades, muchas de ellas promovidas por algunos de sus más significados representantes, pero al final todo eso ha servido, sin lugar a dudas, para otorgarle más mérito al triunfo de Rajoy, que ha demostrado al menos tres cosas importantes: sabe tragar sapos, resiste los embates sin debilitar sus convicciones y ha acertado al elegir a Maria Dolores de Cospedal como número dos de su equipo.
A veces en política se basa casi todo en el liderazgo y el carisma de sus dirigentes, pero es sin lugar a dudas más importante contar con un equipo competente e ilusionante para llevar adelante un proyecto. Es cierto que Rajoy “no pone”, pero lo que hay que pedirle es que sea capaz de hacer una oposición que dé credibilidad a su proyecto para que pueda ganar las elecciones.
Mientras tanto ya es hora de que el PP se ponga a currar para que el gobierno de Zapatero no siga yéndose de rositas de todos y cada uno de los problemas que tiene la sociedad española. Si las cosas siguen como están en materia económica, será el propio PSOE el que pierda las elecciones cuando se convoquen dentro de 3 ó 4 años, pero sería bueno que el PP fuese capaz de ganar por sus propios méritos y no por desistimiento del contrario.
Durante estos meses previos al Congreso el PP ha sido noticia por la espuma de las cosas, pero lo cierto es que tiene argumentos políticos para abordar la solución a algunos de los problemas que no sabe resolver el actual gobierno. Es exigible que los Populares, una vez que han cerrado la crisis, se dediquen a trabajar y a hacer la oposición de la que han estado ausentes desde marzo.