John Edwards, el ex senador de Carolina del Norte y el hombre que durante su campaña presidencial hizo de la defensa de los intereses de la clase media su discurso de batalla, anunció este miércoles que se retira de la contienda electoral.
Edwards escogió para ello la ciudad de New Orleans, la misma en la que anunció hace más de un año su intención de participar en la batalla demócrata por la nominación del partido a las elecciones generales de noviembre.
Acompañado por su esposa, Elizabeth, y sus tres hijos, Edwards subió a un escenario colocado frente a un lote de casas en proceso de construcción, apenas una de las áreas que sufrió la devastación causada por el huracán Katrina en 2005. Para Edwards, New Orleans es un símbolo de que Washington no presta atención a los pobres del país.
El ex senador por Carolina del Norte no dio explicaciones sobre su decisión, y dedicó su discurso a prometer que, si bien no continuará en la contienda, no dejará de trabajar por la gente pobre de Estados Unidos.
"He hablado con la senadora Clinton y el senador Obama y ambos me han prometido que harán de la pobreza un tema central de sus campañas", dijo Edwards, quien en esta ocasión evitó dar su apoyo a alguno de los dos.
Edwards agregó que no puede predecir quien será el próximo inquilino de la Casa Blanca, aunque confía en que será un demócrata.
Tras la retirada de Edwards, la campaña electoral demócrata se convertirá en un cerrado cuerpo a cuerpo entre los senadores Hillary Clinton y Barack Obama.
Edwards había acumulado hasta el momento 26 delegados de los estados en los que el reparto de representación era proporcional al número de votos conseguido, ya que no llegó a ganar ninguna de las primarias o caucus realizados hasta ahora.
En este momento Obama lidera la campaña demócrata en cuanto a número de delegados, con 63, seguido por Clinton con 48, quien sin embargo ha sido primera en más estados.
Es la segunda vez que Edwards aspiraba a la candidatura presidencial demócrata, tras su fallido intento en 2004. En esa ocasión, el senador John Kerry, el ganador de la candidatura, lo eligió como su candidato a la vicepresidencia.
El ex senador de Carolina del Norte, procedente de una familia de clase obrera, es un abogado que se hizo millonario con demandas contra grandes empresas.
Basó su campaña en que es posible alcanzar el sueño americano y en denunciar la desigualdad en el país.
A comienzos de su campaña en 2007, la familia Edwards vivió momentos especialmente emotivos, después de que se supiera que el cáncer de Elizabeth había recurrido con fuerza, pero aún así, decidió seguir adelante.
A Elizabeth le descubrieron un tumor en el pecho a finales de la campaña del 2004 de su marido y se confirmó que era maligno el día en que Kerry y Edwards reconocieron la victoria electoral de George W. Bush.