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¿Es la guerra, con perdón?

Domingo 07 de octubre de 2007
La semana política que empieza

 
No hemos empezado demasiado bien la semana, esa es la verdad. Con kale borroka, con quemas de retratos del Rey, con una declaración de guerra –manda narices—de la muchachada de Batasuna. Y lo que tenemos previsto en esta semana, que culmina con la conmemoración de la Fiesta Nacional, es más kale borroka, más ‘hogueras antimonárquicas’, más declaraciones intempestivas de los socios independentistas de los socialistas. Frente a esto, no me parece de recibo que desde el PSOE y desde el Gobierno –por ejemplo, este domingo, sin ir más lejos, Zapatero—se acuse al Partido Popular de incitar a los ciudadanos a salir a la calle para proclamar su orgullo de ser españoles. Pues..sí. ¿Y qué?
       
    Ignoro si, como dice Pernando Barrena, el batasuno que aún quedaba libre, es o no la guerra; ellos, en todo caso, llevan mucho tiempo declarándonosla. Lo que me parece un contrasentido, ahora que proliferan los pirómanos de la Monarquía, los asaltantes de cajeros, los portadores de banderas republicanas, los soberanistas con o sin causa, es que le endilguen al PP la responsabilidad de la confrontación social que vivimos. Puede que haya, o no, sido muy oportuna la idea de los jóvenes de Nuevas Generaciones, que quieren sacar a la gente para mostrar que les gusta estar en y ser de este país. Pero, por favor, no me los conviertan por ello en casi criminales, cuando los del otro lado hacen lo que hacen.

    Es más: no estoy seguro de que, en este caso, los jóvenes del PP no estén cargados de razón. Porque, si no hubiese sido por su iniciativa, a ver quién era el guapo que, entre desfiles indigenistas, quema de retratos, banderas republicanas, carrer borrokas, kale borrokas y manifestaciones soberanistas mil, se atrevería a proclamar el 12 de octubre como el día de la Fiesta Nacional.

     Y siento decir que no podemos aceptar sentirnos acorralados por la minoría, por los que no aceptan ni los resultados de las urnas ni la legalidad que ha de establecer el Gobierno de turno, ni el sistema que nos hemos dado.

     Creo que Zapatero es un defensor del sistema, de la legalidad y hasta de la Corona, pese a su proclamado entusiasmo por la Segunda República. Pero también pienso que este domingo no era el día para atacar al PP, sino a otros. Ya sé que estamos en precampaña electoral, pero todo tiene sus límites, y no creo que enardecer al coro de entusiastas enarbolando el espantajo del PP le vaya a dar ni muchos votos ni demasiada credibilidad al actual inquilino de La Moncloa. La guerra, si existe, que yo creo que no existe, está en otro lado. Lo de los socialistas y los populares se llama rivalidad, contienda electoral. Lo que  ustedes quieran, excepto guerra.