La víctima llevaba gafas e iba ataviada con ropa occidental y, según un periodista de Associated Press, aparentaba tener una edad próxima a los 30 años. Su cara estaba cubierta de sangre. La Policía cubrió el cuerpo con una sábana y lo colocó en la parte trasera de un camión policial.
Un supuesto portavoz talibán, Qari Yousef Ahmadi, aseguró que la milicia había asesinado al rehén el lunes por la tarde debido a la negativa del Gobierno afgano a liberar a insurgentes encarcelados a cambio de la liberación de los misioneros cristianos surcoreanos, secuestrados hace trece días.
Yousef Ahmadi afirmó, a través de una llamada telefónica, que "el Gobierno de Kabul y el Gobierno coreano están mintiendo engañando" porque "no cumplieron su promesa de liberar prisioneros talibán". A continuación, advirtió al Ejecutivo afgano de que, si sigue sin hacer lo que los talibán exigen, "en cualquier momento" podrían "matar a otro rehén coreano".