Hace pocos días, un periódico titulaba así una noticia: "El Estado aporta el 58 por ciento de los ingresos de la enseñanza privada". Metía en el mismo saco a la enseñanza concertada y a la privada, a las etapas obligatorias y gratuitas y a las de pago, especialmente la univeritaria. ¿Cuál es la lectura de ese titular? La enseñanza privada "vive gracias a papá Estado". ¿Cuál es la realidad? Que lo que el Estado paga -es decir, usted y yo con los impuestos- a la escuela concertada es, aproximadamente, el 50 por ciento de lo que le cuesta un puesto escolar en un centro píublico. Y algo parecido puede decirse de la Universidad: subvencionamos el ochenta por ciento del coste escolar. El Estado, es decir todos los ciudadanos, pagamos la enseñanza universitaria de millón y medio de estudiantes, estudien o no. Y como el fracaos escolar en la enseñanza obligatoria y en la Universidad, está por encima del 30 por ciento, estamos gastando mal un montón de recursos. En resumen, el periódico citado, que es reincidente en el uso sesgado de informaciones similares, podía haber titulado lo que sí es noticia, "El Estado se ahorra un 50 por ciento del coste escolar en la enseñanza concertada". Pero como lo privado es perverso por naturaleza...
En Sanidad, sucede, sin embargo, lo contrario. El ministro de Sanidad sostiene, con acierto que tenemos un excelente sistema sanitario. Y es verdad. Pero, fíjense, España está a la cola del gasto sanitario entre los países desarrollados. Y, sin embargo, hemos sido capaces de dar un buen servicio, con excelentes profesionales y medios técnicos, no sólo a todos los millones de españoles que, además, viven más y exigen tratamientos más sofisticados cada día, sino que hemos añadido a cerca de cuatro millones de inmigrantes sin que aumentara, prácticamente el gasto. Lo cual quiere decir que gastar más no es siempre imprescindible, pero que siempre lo es gestionar mejor los recursos de que se dispone. ¿Por qué funciona mejor la sanidad que la educación? Habrá que gastar más, sin duda, pero sobre todo habría que exigir que se gaste mejor.