¿Qué pasa con Hispasat?

  Se está librando una sorda batalla alrededor de la venta del satélite Hispasat. Por un lado, el Consejo de Administración y la Junta General acordaron sacar a Bolsa el paquete accionarial de BBVA, Telefónica y Auna; por otro, Abertis aspira a comprar esa parte del capital al margen del mercado. El gobierno tiene que decidir cuál de las dos opciones le gusta más porque a él le corresponde aprobar cualquier operación de venta de acciones. ¿Por qué tiene esa potestad el ejecutivo? Porque Hispasat presta importantes servicios a las comunicaciones para la defensa y la seguridad nacional. Ahí está la madre del cordero y ahí comienzan los problemas.

   Abertis es socio de Eutelsat, un satélite francés controlado por el Estado y con más del 27 por 100 del capital de Hispasat. Desde esta perspectiva, el grupo Abertis-Eutelsat pasaría a tener una posición hegemónica en una empresa con interés estratégico para España. ¿Por qué va a hacer eso Abertis? Porque su inversión económica en Eutelsat es cuatro veces mayor que la que tiene en Hispasat y porque aspira a un proceso de integración con la gestora del satélite francés. En este contexto es muy difícil, por no decir imposible, que un acuerdo entre la compañía española y la gala para preservar la 'españolidad' de Hispasat sirva para algo. Es un canto a Cartagena.

   ¿Se imaginan ustedes a Sarkozy permitiendo a Florentino Pérez tomar el control de una empresa vital para la seguridad nacional francesa? Pues no. Sin embargo, eso sí puede suceder en España si, como parece y en contra los informes técnicos del Ministerio de Defensa e Interior, el gabinete Zetapé permite a los socios de Eutelsat adquirir Hispasat. En este país se hace público lo privado y se privatiza aquello que por naturaleza es público. Este es un tema grave. Un satélite que, entre otras cosas, detecta etarras no puede estar bajo control privado y menos del socio de una empresa estatal gala.