Motasadeq era uno de los miembros de la célula de Hamburgo que organizó el secuestro de los aviones para estrellarlos en el World Trade Center y el Pentágono de Nueva York en el año 2001. Además, se le había relacionado con Mohamed Atta, el piloto suicida del 11-S, al que había visitado en repetidas ocasiones en su casa.
En la vista celebrada el pasado viernes, Munir al Motasadeq volvió a declararse inocente y juró por Dios desconocer los planes que tramaban los autores de los atentados terroristas en Estados Unidos. Ese mismo día, sus abogados pidieron la suspensión del juicio, alegando que los miembros del tribunal no habían sido seleccionados de forma justa.
El Tribunal Supremo de Alemania, en la ciudad occidental de Karlsruhe, exigió el pasado mes de noviembre que el acusado se enfrentara a un tercer juicio en la Audiencia Provincial de Hamburgo, donde ya ha se han celebrado otros dos juicios contra él.
En el primero de ellos, celebrado en el año 2003, recayó sobre Munir el Motasadeq la misma pena que hoy: 15 años de prisión por complicidad en más de 3.000 casos de asesinato consumados el 11 de septiembre de 2001. Posteriormente, se derogó la sentencia por falta de testigos y pruebas.
El mismo tribunal de Hamburgo emitió más tarde una sentencia contra él de 7 años y medio de prisión por pertenencia a organización terrorista, pero no le condenó por asesinato múltiple. Los fiscales consideraron que la pena era demasiado leve y pidieron una revisión del caso en el que, finalmente ayer, fue condenado a 15 años de cárcel.