Sábado 30 de diciembre de 2006
Saddam Hussein tenía, como muchos de ustedes saben, un abogado español: Javier Saavedra. De 57 años, defensor de famosos/as y conocido en el mundillo frívolo, Saavedra aceptó ser uno de los abogados defensores de Saddam, pese al riesgo que corrían los letrados en el juicio: nueve murieron a lo largo del proceso.
Ahora, a Saavedra parece habérselo tragado la tierra. Y no es, la verdad, que el experimentado letrado madrileño albergase ninguna duda sobre el resultado final del juicio en Bagdad, según recuerda haber escuchado este diario e-exclusivo de sus propios labios, hace meses de esto. Y es que el juicio ha sido, cuando menos, 'sui generis'.