El País informa de que el Gobierno ya tiene el primer informe de la Fiscalía francesa sobre el robo de las 350 pistolas, y en él se indica que una de las víctimas de los encapuchados ha reconocido, con dudas, a dos de los autores de los hechos. Se trataría de los etarras Alaitz Aretillo Azpiri y Ohian Baranaia.
Por su parte, La Vanguardia señala que "el Gobierno considera que el proceso de paz entra en un bache". Las fuentes citadas por este diario habrían indicado que el nivel de gravedad quedará determinado por la investigación sobre el robo de las pistolas en Francia.
La Vanguardia señala que si fue la cúpula de ETA la que ordenó el robo la negociación quedaría 'tocada'. Pero el escenario sería aún peor, añade La Vanguardia, si se tratase de una escisión dentro de la banda, ya que ello significaría que una parte de la organización no acepta las órdenes de la dirección.
El secretario general del PP, Ángel Acebes, afirmó que "la única consecuencia válida" al robo de más de 300 pistolas por parte de ETA en el sur de Francia es que el Gobierno "ponga punto final a su proceso y pase de negociar con ETA a desarmar a ETA".
Momentos antes, el portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, emplazó al presidente del Gobierno a que concrete cuáles van a ser las "consecuencias" en el proceso, si se confirma que ETA está detrás del robo de las armas.
Desde el PNV, su presidente, Josu Jon Imaz, afirmó que, de confirmarse que ETA es la autora del último robo de armas en Francia, este hecho "obligaría a verificar realmente la voluntad" de la banda terrorista. Preguntado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, por la afirmación de Imaz, su respuesta fue: "Parece que no van por ahí las cosas".
Por su parte, el lehendakari, Juan José Ibarretxe, afirmó en la ciudad de Córdoba (Argentina) que hay que seguir siendo optimista a pesar de las "dificultades" y de que surjan "nuevos problemas" en el proceso de paz.