Opinión

Una línea para Cataluña

Jose Luis Gómez | Domingo 08 de junio de 2014
El primer discurso del príncipe Felipe tras la abdicación del rey Juan Carlos, donde apelaba a "una nación unida y diversa", no estuvo hecho a la medida de Cataluña, sino más bien a la de quienes niegan sus aspiraciones. Su primer discurso como rey Felipe VI podría ser distinto. Se supone que la Corona intenta que los puentes de diálogo entre Madrid y Barcelona no se derrumben del todo.

La decisión del presidente de la Generalitat, Artur Mas, de reconsiderar su presencia en la ceremonia de proclamación de Felipe VI el próximo 19 de junio en Madrid, por "respeto institucional", parece aventurar cambios.
Hay gente importante e influyente que busca una línea de comprensión para Cataluña en el discurso del futuro Rey y se supone que la inteligencia política del Gobierno de Mariano Rajoy permitirá que Felipe VI diga lo que Rajoy no quiere o no puede decir en público. ¿Problema? El Rey tampoco puede hacer política en una monarquía parlamentaria, de ahí que todas las palabras deberán estar muy medidas.

En síntesis, lo que pretenden quienes buscan la distensión es que el futuro rey de España dé una señal clara de comprensión de la realidad política de Cataluña, que guste o no en Madrid es la que es y no va a cambiar por arte de magia ni por mucho que se invoque el valor de la Constitución, sin reparar en que la Carta Magna se puede modificar en cualquier momento, como ya se hizo en más de una ocasión.

Del mismo modo que el PSOE es clave para la continuidad de la monarquía en España, el rey Felipe VI puede ser decisivo para que Cataluña siga perteneciendo a su reino, sea cual sea el nuevo encaje de Cataluña en el Estado. Veremos qué dice esa línea dedicada a los catalanes en el discurso de Felipe VI y, sobre todo, habrá que estar atentos al impacto que tendrá en el movimiento independentista catalán. ¿Continuará la pleamar? ¿Habrá bajamar?

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