AC/EFE | Miércoles 22 de enero de 2014
La dueña del restaurante sevillano Río Grande, imputada en el caso de los ERE, ha comunicado a la juez Mercedes Alaya que debe abandonar su proyecto de vender el negocio ya que los compradores se han desistido poco antes de firmar el acuerdo definitivo.
La imputada María del Carmen García Sánchez había decidido vender su restaurante, situado en la emblemática calle Betis de Sevilla, en una operación con la que esperaba conseguir "una mejora sustancial de sus fondos propios, elevando por tanto el valor intrínseco de las participaciones embargadas" por el caso de los ERE.El juzgado de los ERE embargó la totalidad de las acciones de García Sánchez en Río Grande, en cuyo ERE aparecieron dos "intrusos" que no tenían derecho a la prestación, para hacer frente a una fianza de responsabilidad civil de 1.990.689 euros.
El abogado de la empresaria notificó a Alaya la operación de compraventa para que no fuese "interpretada de forma errónea como un intento de eludir el efectivo aseguramiento de las responsabilidades pecuniarias".
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