"Por falta de pruebas"
AC/Agencias | Sábado 19 de noviembre de 2011
La Fiscalía de Granada ha archivado ya 37 casos de posibles 'niños robados' de
hospitales granadinos desde la década de los 50 a los 90 "por falta de pruebas"
de un total de 50 denuncias recibidas. Además ha solicitado el sobreseimiento de
la única investigación que se trasladó a un juzgado en la provincia,
concretamente el Juzgado de Instrucción 2 de Granada, que se encargaba del caso
del posible robo que se produjo en 1990 en el Clínico de Granada, donde
supuestamente se le entregó a la familia un bebé moribundo en lugar de su hija
recién nacida, han informado a Europa Press fuentes del Ministerio Público.
Los análisis de ADN que se encargaron tras la exhumación de los restos de
dos niños que resultaron fallecidos y que pudieron ser cambiados por otros al
nacer entre los años 1972 y 1985 están aún pendientes de resultados. En el
primero de los casos, fue la familia la que ordenó la exhumación privada de una
niña que supuestamente falleció junto a su madre en el Hospital Militar,
mientras que la segunda exhumación se realizó por orden de la Fiscalía.
La investigación está siendo complicada para la Fiscalía, que siempre
aduce falta de pruebas para decretar el archivo de las investigaciones, aunque
sin embargo las familias que se creen perjudicadas por lo que consideran una
"trama" se quejan de la ausencia de diligencia en las indagaciones, lamentando
las trabas que están poniendo los propios hospitales acusados de los robos para
ofrecer toda la documentación que poseen al respecto.
De hecho, el pasado miércoles 9 de noviembre varias decenas de víctimas se
concentraron en los Juzgados de la Caleta de Granada para reclamar "justicia" y
pedir que no se archivaran las investigaciones abiertas, mostrando su
"indignación" porque, según aseguraron ante los medios, "los familiares tienen
incluso más información que la Policía".
Una de las representantes de la Asociación Nacional de Afectados por
Adopciones Irregulares (Anadir) en Granada, Celia Maldonado Parra, criticó que
la Fiscalía no haya llamado a declarar a las posibles víctimas antes de dar
carpetazo a los asuntos recibidos, y que se le esté dando credibilidad a las
respuestas de los hospitales granadinos, cuando ellos son los que "pueden estar
detrás de cada caso", e implicados en falsificación de certificados.
"UNA MAFIA"
A la concentración también asistió Antonio Jiménez, que trabajó para una
funeraria granadina de 1979 a 1988 recogiendo los restos de niños supuestamente
fallecidos del Hospital Materno-Infantil. Según su testimonio, en aquellos años
hasta en 20 ocasiones recogió "montones de algodones cubiertos por sábanas con
sangre" que en realidad no eran niños, aunque él se limitaba a introducirlos en
pequeños ataúdes para su posterior enterramiento. "A veces lo que se metía en el
ataúd eran amputaciones, piernas, brazos, seguramente de vagabundos", afirmaba
Jiménez, que está seguro de que existió una "mafia" en torno a la trama de
'niños robados'.
Trinidad Cárdenas Moreno, que ha tenido 12 hijos, aseguró que le robaron,
hace unos 40 años, cuatro de ellos, cada uno en un hospital distinto: en el Ruiz
de Alda, en el Clínico, en el de San Juan de Dios, y en el Materno. Según
apuntó, nunca logró ver los cuerpos sin vida de sus bebés, ni ella, ni su
marido, al que los médicos nunca dieron tampoco explicaciones. Ella está
pendiente de recabar todas las pruebas para denunciar su caso, y ya se ha
realizado los análisis de ADN para intentar cotejarlo en un futuro.
Ana María Reyes sí llevó su caso a la Fiscalía, que ya le ha comunicado el
archivo. Se remonta al 19 de mayo de 1979, sobre las 14,00 horas, cuando tuvo a
su bebé, que llegó con complicaciones en el parto, en el que los médicos
tuvieron que usar fórceps. No obstante, "el niño fue recuperándose", pero horas
más tarde, y "después de echar" a su marido del hospital Materno, unos guardias
civiles se dirigieron a su casa de Valderrubio para comunicarle que el bebé
había muerto.
Fue su padre quien tuvo que enterrarlo, pero siempre le aseguró que era
"imposible" que cupiera en la caja de zapatos que le entregaron en el centro
sanitario, porque el bebé había pesado tres kilos al nacer. "Yo lo único que
quiero, antes de morirme, es saber si el niño vive o murió", concluyó la
mujer.
LA CAUSA ABIERTA EN EL JUZGADO
Además de estos casos, el Juzgado de Instrucción 2 de Granada recibió hace
unos meses la primera denuncia que la Fiscalía presentaba en un juzgado
granadino, sobre el posible robo que se pudo producir en 1990 en el Hospital
Clínico de Granada, donde supuestamente se le entregó a la familia un bebé
moribundo en lugar de su hija recién nacida.
El abuelo de la niña siempre tuvo sospechas de aquel nacimiento, puesto
que el bebé moribundo que les dieron presentaba un corte en la cara, por lo que
la familia creía que pudo haber negligencia médica. Al morir el abuelo, su hijo,
el padre del bebé supuestamente fallecido, pidió la exhumación de su cuerpo,
para que se le pudieran practicar pruebas que determinaran las causas de la
muerte.
Las pruebas genéticas practicadas a los restos del bebé que ellos habían
enterrado en el cementerio de San José de Granada, que se realizaron hace ocho
años, sorprendieron a la familia, ya que dieron un resultado negativo en el
cotejo con el ADN de la madre. No era pues realmente su hija la que había sido
enterrada, sino otro bebé.
Por ello, el padre, abogado de profesión, inició un periplo que le llevó a
contactar con la Asociación Anadir, y llevó hace más de un año su caso a la
Fiscalía, cuando aún este tipo de casos no habían saltado a los medios de
comunicación. El Ministerio Público fue quien denunció el asunto ante el Juzgado
de Instrucción 2, que tendrá que decidir en las próximas fechas si continuar con
la instrucción o archivar las actuaciones.
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