El centrista François Bayrou ha perdido su apuesta en Pau frente a la socialista Martine Lignières-Cassou, y el ministro de Educación, Xavier Darcos, perdería igualmente la alcaldía de Périgueux. El Frente Nacional también ha sido derrotado en Heénin-Beaumont por el alcalde saliente de izquierdas.
La izquierda, con un 49,5% de los votos en la segunda vuelta, según un sondeo de CSA-Dexia, revalidaría la victoria de la primera vuelta y arrebataría a la derecha, que habría logrado un 47,5%, buena parte de sus bastiones.
A las 12.00 h., el índice de participación era de un 23,68%, tan bajo como en la primera vuelta a esa misma hora, que se cifró en el 23%. A las 17.00 h. era de un 54,45% también inferior al de hace una semana. Finalmente se quedó en el 65%, el más bajo desde hace cincuenta años. Según la televisión BFM, el Gobierno será remodelado antes del próximo miércoles, pero prácticamente todos los ministros seguirán en sus puestos, dado que la mayoría han tenido un buen resultado electoral. Por el contrario, se redistribuirán las secretarías de Estado y podrían crearse algunas nuevas relacionadas con la reforma de la administración territorial del Estado, las nuevas tecnologías o un alto comisariado para el llamado 'gran París'.
"Va a ser duro", admite un diputado próximo a Sarkozy. "¿El domingo está en el bosillo? Yo digo que no", confesaba el secretario general de la UMP, Patrick Devedijan, cuya estrategia de acercamiento al MoDem, el partido centrista de François Bayrou, clave para la formación de las alianzas, ha sido duramente criticada por el propio Sarkozy.
De hecho, la posición del partido centrista, que rechazó un acuerdo nacional con la UMP y ha fraguado pactos indistintamente a izquierda y derecha en función de la localidad, ha sembrado una confusión generalizada, empezando por los propios militantes