Además, en el juicio que se celebra ante la Sección Primera de lo Penal de esta sede judicial por estos hechos, el acusado también rechazó que incluyese los nombres de estas cárceles para señalarles como posibles objetivos de ETA.
Al ser preguntado por el fiscal Fernando Burgos sobre si cuando sea excarcelado piensa reintegrarse o, por el contrario, mantenerse en ETA, De Juana respondió: "Mi único objetivo es colaborar con la editorial y escribir libros".
Ynestrillas: "Mírame a los ojos porque será lo último que veas"
Ricardo Sainz de Ynestrillas, hijo del comandante de las Fuerzas Armadas asesinado por ETA en junio de 1986, irrumpió en la sala de la Audiencia Nacional donde se juzga a Ignacio de Juana Chaos por un delito de amenazas y a gritos le espetó: "Juan Ignacio, mírame a la cara, mírame a los ojos, soy Ynestrillas. Mírame a los ojos porque será lo último que veas". De Juana Chaos integraba el 'comando' que asesinó al padre de Sainz de Ynestrillas, ametrallado junto con otros dos militares dentro del vehículo que ocupaban.
Inmediatamente después de que pronunciase estas palabras, Ynestrillas fue reducido por un grupo de al menos cinco policías y conducido fuera de la sala por orden del presidente de la Sala, que pidió a los agentes que le identificaran.
En junio de 1986, De Juana Chaos intervino junto a Esteban Nieto, Inés del Río, Inmaculada Noble, Antonio Troitiño, Soares Gamboa e Idoia López Riaño en el ametrallamiento contra un automóvil del Ejército de Tierra en el que resultaron muertos, el comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas, el teniente Coronel Carlos Besteiro Pérez, y el soldado Francisco Casillas Martín.
Sainz de Ynestrillas ha sido un destacado dirigente de la ultraderecha española. Resultó absuelto en 1993 en el juicio por el asesinato del parlamentario de Herri Batasuna Josu Muguruza, ocurrido el 20 de noviembre de 1989, por el que fue condenado Angel Duce, ya fallecido.
Sin embargo, en 1999 fue condenado a una pena de siete años de cárcel por intento de homicidio y tenencia ilícita de armas, después de que descerrajase seis disparos a un 'camello' que se negó a fiarle un gramo de cocaína.