El Gobierno autonómico luchará "hasta el último minuto" contra "el atropello" del Proyecto de Ley
De Santiago-Juárez advierte de que el mantenimiento de los
consultorios es una competencia propia de los municipios por lo que los cierres serían una decisión de los ayuntamientos y no
del Gobierno autonómico
Redacción/Ep | Jueves 17 de octubre de 2013
El portavoz de la Junta de Castilla y León y
consejero de la Presidencia, José Antonio de Santiago-Juárez, ha
asegurado que el Gobierno autonómico luchará "hasta el último minuto"
por modificar el proyecto de Ley de Reforma Local del Ejecutivo de la
nación, cuyo debate se ha iniciado este jueves en el Congreso con el
debate de las enmiendas a la totalidad, por entender que, aunque se ha
mejorado respecto al anteproyecto, todavía colisiona con los intereses
de la Comunidad Autónoma en materias de sanidad, servicios sociales y
entidades menores.
De Santiago-Juárez ha apelado en todo momento al "optimismo" ante
la posibilidad de aprovechar el "sprint final" para la presentación de
enmiendas parciales a este proyecto de Ley, para lo que se han
habilitado más días de lo habitual --el plazo concluye el 22 de
octubre-- en un gesto que ha valorado ya que permitirá "ganar tiempo" en
la negociación con los grupos parlamentarios, a los que la Junta
remitió hace tres semanas sus enmiendas.
El portavoz de la Junta ha insistido en que el proyecto de Ley del
Gobierno supone "un atropello" a los intereses de Castilla y León en
materias como los consultorios locales --más de 3.600 en la Región--,
servicios sociales o entidades locales --un tercio de las existentes en
España están en la Comunidad, especialmente en León, Palencia y Burgos--
lo que demuestra, a su juicio, que en Madrid "se conoce poco el
territorio" de la Comunidad Autónoma.
Como ya defendió el pasado 26 de septiembre cuando la Junta acordó
en Consejo de Gobierno enviar varias enmiendas y una advertencia al
Proyecto de Ley de racionalización y sostenibilidad de la administración
local del Gobierno de la nación, la actual propuesta y sus
modificaciones competenciales costarían cerca de 382 millones de euros a
las arcas autonómicas.
En concreto, una de las enmiendas busca mantener la actual
competencia municipal respecto a la construcción, conservación y
mantenimiento de los consultorios locales con dos opciones, suprimir la
disposición primera del proyecto de ley que pasa esa competencia a las
comunidades autónomas o contemplar la posibilidad de que esa competencia
autonómica pueda ser delegada a los municipios en el supuesto que su
ejecución material suponga un incremento del gasto, como calcula la
Junta.
Según ha explicado De Santiago-Juárez, en Castilla y León hay más
de 3.600 consultorios locales, que no centros de salud que gestiona y
mantiene la Junta, cuyo mantenimiento, actualmente a cargo de los
ayuntamientos y en algunos casos "de forma altruista" por los propios
vecinos "porque lo sienten como suyo", supondría un coste aproximado de
30 millones de euros.
De Santiago-Juárez ha aclarado que el mantenimiento de los
consultorios es una competencia propia de los municipios mientras que la
Junta se encarga de los centros de salud por lo que ha advertido de que
futuros posibles cierres serían una decisión de los ayuntamientos y no
del Gobierno autonómico. Del mismo modo, ha aconsejado no confundir
competencias, que pueden tener varias adminitraciones, con funciones,
que son las que no se deben duplicar.
Otra de las enmiendas que ha acordado el Consejo de Gobierno hace
referencia a los servicios sociales, donde el Ejecutivo central propone
la asunción de las competencias por parte de las autonomías en todo lo
relativo a los servicios sociales residenciales.
Atención de proximidad
El consejero de la Presidencia ha explicado que en el caso de
Castilla y León el servicio de atención de proximidad que no sea
residencial y la residencial se simultanea y se cubre por los 1.500
empleados que trabajan en los CEAS con cargo a las diputaciones
provinciales y a los ayuntamientos de más de 20.000 habitantes con un
gasto en torno a los 51 millones de euros, que se duplicarían (102
millones de euros) de tener que seguir las indicaciones del Gobierno que
aboga porque las comunidades contraten a otras tantas personas (1.500
en el caso regional) para la atención residencial.
Dicho esto, ha compartido que la atención residencial puede ser
más eficiente atendida por la Junta dentro de una gran red residencial
pública a lo largo de todo el territorio pero ha abogado por dilatar el
periodo de adaptación hasta los 5 años, en lugar del año que contempla
la ley nacional, para evitar duplicar gastos o eliminar servicios. A su
juicio, "improvisar" este traspaso aumentará el coste en 150 millones de
euros.
Según los datos de la Junta, en Castilla y León hay 9.900 plazas y
240 centros residenciales que actualmente suponen un coste de 226
millones de euros a ayuntamientos y diputaciones, con los que habrá que
llegar a un acuerdo y cerrar un plan de reestructuración. Para la Junta,
el traspaso de la gestión de estas residencias a la Comunidad supondrá
incrementar el gasto en unos 201 millones de euros.
Respecto a la obligación de rendición de cuentas por parte de las
entidades locales menores o juntas vecinales que obligará la norma
nacional, la Junta cuestiona el plazo de tres meses fijado por el
Gobierno y pide que se dilate este tiempo hasta el 31 de diciembre de
2014, como se ha dado a las empresas y fundaciones públicas que dependen
de esas entidades menores y en las que "no hay tradición de dar
cuentas".
Además de estas enmiendas, la Junta hace una consideración o
advertencia en materia de educación ya que, a pesar de que las
trasferencias del mantenimiento de los centros, actualmente a cargo de
los municipios, se tienen que hacer una vez esté aprobada la Ley de
Hacienda Local y se haya modificado la financiación autonómica, estas
funciones supondrán un gasto de al menos 100 millones de euros, que
tendrán que ser aportados por el Gobierno autonómico.
José Antonio de Santiago-Juárez ha vuelto a aclarar que la Junta
de Castilla y León no tiene miedo a gestionar ningún tipo de servicio
pero ha advertido de que es imposible gestionar sin dinero, a lo que ha
sumado su ironía respecto a aquellos que se alegran de perder una
competencia.
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