La orden será presentada este miércoles a los representantes de los trabajadores
Redacción | Martes 10 de septiembre de 2013
El Sindicato de Enfermería (Satse) de Castilla
y León ha criticado que la Consejería de Sanidad utilice la
productividad variable que se puede pagar a los profesionales que
trabajan en las dos experiencias piloto de unidades de gestión clínica
que funcionan en los hospitales de Valladolid y Zamora como un "señuelo"
para conseguir que otros profesionales sanitarios se adhieran
voluntariamente a participar en esta nueva forma de gestión.
La Orden por la que se autorizará el pago de productividad
variable a los profesionales que han participado en las unidades de
gestión clínica que funcionan en el Hospital Virgen de la Concha de
Zamora y en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid será
presentada mañana a los representantes de los trabajadores en la Mesa
Sectorial de Sanidad.
Satse, a través de un comunicado, considera significativo que se
plantee ya ese pago a los profesionales cuando los borradores que se han
presentado de la normativa futura que regulará estas unidades de
gestión no incluyen el cobro de incentivos durante el primer año de
funcionamiento de las mismas.
Por ello, considera que la Consejería trata de atraer a los
profesionales sanitarios para que decidan participar en ellas
voluntariamente y cuando, además, no está aún claro que finalmente,
cuando pasen dos años de funcionamiento de estas formas de gestión,
dichos profesionales vayan a percibir incentivos por participar en
ellas.
Asimismo, el sindicato tampoco ve claro que se vayan a cobrar esos
incentivos porque siempre estarían sujetos a cumplimiento de objetivos,
a disponibilidad presupuestaria, ahorro en el gasto de esas unidades...
etc.
Menos camas y personal
Además, Satse pone de manifiesto que en el caso de la unidad de
gestión clínica que se ha puesto en marcha en el Servicio de Psiquiatría
del Virgen de la Concha de Zamora, este cambio de gestión ha supuesto
que se hayan eliminado ocho puestos de trabajo y 24 camas de
hospitalización, lo que le hace preguntarse si el cobro de incentivos
sale de la reducción de personal y de camas y si esos incentivos se van a
producir a coste de recortar en asistencia.
También critica las diferencias de retribución que supone esta
productividad entre unos profesionales y otros de los que participan en
estas unidades, pues, tal y como apunta, el coordinador podría cobrar
8.000 euros al año por ello, un médico 6.400 y una enfermera percibiría
2.400 euros.
"Si como se ha afirmado desde la Consejería, se trata de un
trabajo en equipo, no se entiende esa disparidad de cifras", concluye
Satse, no sin antes anunciar el inicio de una campaña de recogida de
firmas de profesionales que estén en contra de este modelo de gestión
nuevo que quiere implantar la Consejería de Sanidad.
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