Roberto C. López | Jueves 27 de junio de 2013
La Comisión Europea propuso el año 2013 para que la ciudadanía
activa y la democracia participativa estén el centro de la agenda, para
asegurarse que los europeos y en especial los jóvenes,
conozcan sus derechos y la mejor forma de disfrutar de ellos. Justo este año, el Gobierno decide la supresión del único órgano de participación y representación juvenil a nivel nacional, justificando que el Consejo de
la Juventud de España, genera duplicidad al
existir el Instituto de la Juventud de España.
¿Duplicidad? ¿Dónde? Tras leer detenidamente el informe CORA, donde
supuestamente debería estar justificada mi cuestión, no he obtenido respuesta. El Instituto de la Juventud,
es el organismo encargado de canalizar las políticas
del gobierno referentes a juventud y de gestionar las instalaciones juveniles
que le competen. Por el contrario, el Consejo de la juventud es un órgano autónomo e independiente del
gobierno, cuyos máximos representantes son
elegidos democráticamente cada dos años, por 76 organizaciones juveniles que representan
diferentes colectivos de jóvenes a nivel nacional, siendo
los interlocutores válidos de los jóvenes con la administración, fomentando la participación
y aprovechando las beneficiosas sinergias que se producen en diversos
grupos de trabajo para proponer al gobierno mejoras en educación, empleo, emancipación....en definitiva, en todos
los aspectos que nos preocupan. Afirmar dicha duplicidad es como decir que
existe duplicidad entre el Ministerio de Trabajo y los sindicatos o la
patronal.
Ellos fueron los impulsores de políticas de empleo en España
, como la garantía juvenil, que tan buenos
resultados está generando en otros países europeos y durante 30 años
han sido y son, verdaderas escuelas de democracia y participación, donde trabajar por y para los jóvenes, haciendo llegar nuestras inquietudes y propuestas a
los diferentes gobiernos que se han sucedido y educando en valores como la
tolerancia, el respeto y la integración.
Con un 57% de desempleo juvenil, en un país donde la emancipación es una quimera y la educación formal una asignatura pendiente, suprimir la voz de este
organismo supone un retroceso en democracia, en derechos y en la defensa de uno de los colectivos más castigados por la crisis.
Roberto Carlos López Martín. Presidente del Consejo de la Juventud de Castilla y León
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