Andrés Aberasturi | Martes 18 de junio de 2013
De pronto pasan cosas -pequeñas y/o grandes cosas- que te hacen
preguntarte en qué país vives, en qué Europa estás metido, en qué mundo
habitas. Me refiero a cosas que ocupan titulares en los periódicos, que
aparecen un minuto en los informativos de televisión y que asumimos sin
más acostumbrados, como por desgracia estamos, a aceptar la confusión,
la inmoralidad y el cinismo como elementos naturales ya en la vida
diaria: nos espían los Gobiernos, nos engañan los políticos y ahora
también se equivocan lo notarios.
Gran revuelo en el ya de por si
increíble "caso Nóos": un informe nada menos que de la Agencia
Tributaria afirma que la Infanta vendió 13 fincas por valor de 1,4
millones de euros. La Infanta y la Casa Real lo niegan, el titular de
Hacienda lo ignora todo y está a la espera mientras los compradores
dicen que ellos no trataron nunca con la hija del Rey y no conocen de
nada a la Infanta Cristina. Vamos a ver; es que uno a lo largo de su
vida ha comprado alguna vez un piso y ha vendido otro y sabe cómo
funciona esto, lo de las escrituras, lo del catastro, la visita al
notario, lo del registro de la propiedad... ¿Es posible que la Agencia
Tributaria se equivoque y adjudique la venta de nada menos que 13
inmuebles en un año a una misma persona que no ha vendido nada? ¿Es
posible que 13 compradores se pongan de acuerdo para mentir en quien les
vendió lo que compraron? ¿Es posible que la hija del Rey niegue
tajantemente semejante información si fuera verdad? Pues parece que, de
las tres preguntas, damos cómo valida la primera: parece que es posible
que Hacienda se haya equivocado. Según El País digital "Hacienda ha
hecho saber de manera informal al magistrado que se trata de un error en
el informe remitido al juzgado, según fuentes del Gobierno. Dicho error
procedería de la información suministrada por los notarios y esta ha
acabado reproducida en la documentación sobre las ventas atribuidas a la
Infanta que se recogió en el informe en poder del juez. Fuentes
gubernamentales consideran que el fallo se produjo al rellenar
incorrectamente la casilla del DNI en la comunicación de las operaciones
en los formularios de registradores y notarios. El Ministerio de
Hacienda, no obstante, ni confirma ni desmiente de manera oficial que se
trate de un error o no".
¿Y ahora qué hacemos? Porque o nos lo
explican muy bien, tan bien que pueda ser creíble, o el "error" puede
abrir la caja de todas las sospechas. ¿Y qué es eso de hacer saber de
"de forma informal" al magistrado? Lo que sale del ministerio de
Hacienda para bien y para mal, lo que diga o deje de decir un informe de
la Agencia Tributaria puede ser todo menos "informal". Es urgente una
explicación pública, oficial y creíble, es urgente saber si el "error"
del que habla Hacienda nació en 13 notarías ¿se supone que distintas? ¿Y
todas cometieron el mismo error? Aquí hay algo que no cuadra; la
Agencia Tributaria no puede asumir sin más un "error" semejante en un
informe que se remite a un juez instructor y menos aun en un caso tan
mediático. O nos lo explican o la insumisión fiscal empezaría a ser una
posibilidad nada remota.
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