Opinión

Para pocas alegrías

Montse Serrador | Miércoles 19 de diciembre de 2012
Este miércoles se celebraba en las Cortes de Castilla y León la entrega de los Premios Hemicisco, unos galardones que los periodistas parlamentarios entregan a los procuradores que, por una u otra razón, buena o mala, han destacado o sorprendido. Al margen de los premios en sí, el acto ha servido, desde 1988 (que ya son años) para que periodistas y políticos compartan un rato de complicidad, den carpetazo al año y pongan fin a las dos tediosas sesiones de debate de los presupuestos de la Comunidad. El ambiente navideño ayudaba siempre a crear un clima distendido de buenos propósitos y mejores deseos para el nuevo año.

Sin embargo, este año ese ambiente se ha esfumado por completo y parece que ni unos ni otros, ni políticos ni, sobre todo, periodistas, estaban muy por la labor. El desencanto y el pesimismo se ha instalado en la profesión periodística (como en otras muchas, todo hay que decirlo) y el resultado es que cuesta mucho plantear un acto, como el de los Premios Hemicisco, concebido para repasar la labor de parlamentarios y comunicadores en el Parlamento regional, aunque siempre con "buen rollito". Pero no, esta vez las prisas de unos, la malentendida "austeridad" de otros y el "duelo" por la situación del sector de muchos ha convertido el encuentro en una imagen real de la sociedad actual.

Y eso que aún no se había hecho público el acuerdo entre COPE y Vocento que, al margen de la mala noticia que es siempre la desaparición de un medio de comunicación, en este caso Punto Radio, llevará inevitablemente a la destrucción de muchos puestos de trabajo. Hace unos días se anunciaban despidos en RTVCyL y en la propia Punto Radio y el goteo es continuo en otros muchos medios. Mal acabamos el año pero las perspectivas para el que viene no son precisamente buenas.  

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