Diariocrítico Castilla y León | Lunes 17 de octubre de 2011
El juez Pedreira, nada sospechoso de ser amigo de la derecha política, ha reiterado que "no hay indicios suficientes para imputar a Merino ningún
delito". También dice que "no debe invertirse la carga de prueba en el
imputado ni realizarse la asignación de las iniciales ("J" y "JM") por
descarte de todos los demás. Debe haber una prueba o indicios
definitivos que adjudiquen esas iniciales a Jesús Merino. En un simple
ejercicio de combinación se podría asignar las iniciales "JM" a varios
cientos de nombres y apellidos o nombre compuesto, de hombre o mujer".
Esto viene a demostrar que Jesús Merino ha sido una víctima del caso
Gürtel con daños incalculables en su persona, y que se debe hacer
justicia con él, pero para reparar los males que se le han causado.
Merino fue arrastrado a este caso por su condición de diputado con la
intervención de una Fiscalía absolutamente politizada que ha querido
convertir siempre supuestos no demostrables en verdades mediáticas.
Merino tampoco ha tenido suerte en este caso porque le arrastró también
la corriente de Bárcenas, al ser senador y tesorero del PP, y a por el que iban como locos los pescadores que querían sacar tajada política del asunto.
Merino dimitió desde el primer momento para defenderse y no causar
problemas a su partido, ha actuado siempre con toda la normalidad y si
asumimos que la cara es el espejo del alma él siempre la ha puesto de
forma absolutamente natural ante los periodistas. Nunca se ha escondido,
siempre se ha mostrado abierto y jamás ha perdido esa sonrisa que
demuestra tranquilidad de conciencia.
En su etapa en la Junta, como consejero y vicepresidente, Merino
demostró ser un político serio, comprometido y con talento, con ningún
complejo ante los socialistas, siempre resolutivo. Esta es la fecha en
la que se nota la falta de políticos así, de casta, no políticos
probeta, que tanto abundan ahora.
Hace unos días se recordaban aquí los méritos de Juan José Lucas como
presidente de la Junta, cosa que es de justicia también, porque aunque
en más de una ocasión en estas páginas se le han criticado aspectos
negativos, eso no quería decir que su balance no fuera positivo. Al
contrario: desde la distancia, y con la perspectiva que da el tiempo y
el análisis de la política que hoy se practica en Castilla y León, se va
descubriendo que el dúo Lucas-Merino fue muy positivo para esta tierra.
Es más: Castilla y León hoy es mucho menos Castilla y León que hace
diez años. Lo del desastre de las cajas es la prueba del 9. Otra cosa es
que el PP gane, gane y gane aquí sin que nadie les pase factura a los
responsables. La falta de una oposición fuerte, un electorado
conservador por naturaleza y muchas cosas más están dejando a Castilla y
León sin gente para contarlo. Merino tiene que volver al primer plano
de la política por justicia y porque se necesita a gente como él.
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