Recordemos que, sobre Matas (ministro de Medio Ambiente de 2001 a 2003 y presidente autonómico desde 1996 a 1999 y de 2003 hasta 2007), pesa una petición del fiscal de ingreso en la cárcel, eludible con una fianza de tres millones, por nueve delitos penados con hasta 24 años de cárcel, solicitud que deberá ser resuelta mañana por el juez. Pero se recuerda ahora que, desde la presidencia balear y del PP de las islas, Jaume Matas desplegó en el año 2007 la mayor campaña electoral jamás vista en Baleares. El partido plantó vallas de hasta siete pisos de altura e incluso utilizó un helicóptero. El mitin más espectacular, de estreno del velódromo Palma Arena, lo protagonizó el presidente nacional, Mariano Rajoy, y el acto generó tres facturas por 4.802 euros por limpieza de la instalación deportiva y seguridad. Ese cargo no lo abonó el PP, sino la fundación pública que administraba el complejo. Pues bien, según la crónica de Manresa, los fiscales anticorrupción Pedro Horrach y Juan Carrau sostienen que esas facturas falsas, como otras, encubren el pago de trabajos de propaganda electoral de la compañía publicitaria Nimbus para el PP que "se han abonado con fondos procedentes de las arcas públicas". La versión del Ministerio Público se basa en citas, correos electrónicos, apuntes contables y hasta tres testimonios distintos sobre los "servicios no facturados oficialmente, [que Nimbus] cobró del PP en negro".
En la construcción del velódromo -que costó 111 millones de euros, casi el triple de lo previsto- se dio un cúmulo de ilegalidades, la mayoría sobrecostes, que a veces cuadruplicaban los precios reales. Y en cuanto a la compañía Nimbus fue la agencia de cabecera de Matas y por ella han pasado hasta seis de sus responsables de comunicación. La agencia del PP también trabajó para el Palma Arena pagando viajes, maquetas y producciones de vídeo, servicios de catering y hasta análisis de sangre de ciclistas. También abonó comisiones, como el del gerente del velódromo, Jorge Moisés, un ex locutor y ex responsable de prensa del PP balear que además, cobró 12.000 euros de dinero público por un estudio que nunca realizó. Por este supuesto delito, Matas y Moisés podrían ser condenados a seis años de cárcel, según los fiscales Horrach y Carrau.
Señala el cronista palmesano que, hasta ahora, Matas jamás había ocupado tanto espacio en las portadas de los periódicos y minutos en los informativos de radio y televisión. Tampoco se había visto nunca tan aislado, en total soledad política. El ex presidente de Baleares y ex ministro de Medio Ambiente con José María Aznar, que compartió mesa en el Consejo de Ministros junto al líder del PP Mariano Rajoy, no cuenta con el respaldo de su partido en mitad del escándalo. Sólo su amigo, el ex ministro Eduardo Zaplana, le llamó media docena de veces en las jornadas previas a su citación judicial. Así lo acreditan las transcripciones de sus conversaciones telefónicas de los últimos días.
En unas pocas horas sabremos qué sentencia merecerán las andanzas de Matas en su tierra y su partido, del que ahora, por cierto, se le quiere expulsar. Pero todo indica que la sentencia no será leve ni menor.