El ex presidente celebra la decisión
Jueves 14 de mayo de 2015
El expresidente argentino Fernando De la Rúa pidió "respetar
la decisión" de la Corte Suprema, que el martes pasado resolvió dejar
firme su sobreseimiento en la causa judicial por la represión ocurrida en medio
de la crisis de diciembre de 2001.
De la Rúa se refirió, en declaraciones a la radio Nacional
Rock, a la decisión de los familiares de las víctimas de la represión de
diciembre del 2001 de apelar el fallo del máximo tribunal ante "instancias
internacionales".
La medida la anticipó el Centro de Estudios Legales y
Sociales, querellante en el juicio que se sigue sin la presencia del
expresidente como acusado.
"Las cosas tienen que tener su término dentro del país,
se ha expresado el máximo tribunal del país y esto se transforma en una forma
de persecución política", agregó hoy, en ese sentido, De la Rúa.
En 2012, la Sala I de la Cámara Federal argentina de
Casación Penal ya había ratificado el sobreseimiento resuelto por el juez de
primera instancia tras considerar que "no se le puede atribuir la
responsabilidad" de la represión a De la Rúa por no haber ordenado
"el accionar policial".
El martes pasado, la Corte Suprema cerró cualquier
posibilidad de investigarlo por esos hechos al declarar inadmisibles los
recursos extraordinarios presentados para revocar el sobreseimiento en favor de
De la Rúa.
El fallo lleva la firma de Ricardo Lorenzetti, Elena Highton
de Nolasco y Juan Carlos Maqueda, tres de los cuatro jueces que actualmente
componen el tribunal.
La resolución de la Corte Suprema fue cuestionada por
organizaciones, por familiares de las víctimas y por funcionarios como el
secretario de Derechos Humanos, Martín Fresneda, quien la calificó como
"decisión técnica, arbitraria, que no ayuda para resolver la lucha contra
la impunidad".
Durante el estallido de diciembre de 2001, 39 personas
murieron en Buenos Aires y en el interior del país, cuando cientos de miles de
argentinos se manifestaron contra la política económica del Gobierno de De la
Rúa (1999-2001).
Frente a las distintas movilizaciones populares, el
expresidente decretó el 19 de diciembre de ese año el estado de sitio.
La decisión no frenó las protestas que se sucedían al grito
del "Que se vayan todos" y el 20 de diciembre la Policía reprimió
ferozmente a los manifestantes que quedaban en la Plaza de Mayo y zonas
aledañas.
Por la noche, De la Rúa renunció y abandonó en helicóptero
la Casa Rosada, sede del Ejecutivo argentino, aunque su dimisión no acabó con
la crisis política.
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