Opiniones

El terror chino

Jorge Rachid | Miércoles 25 de febrero de 2015
Los acuerdos de la Argentina con China han traído como consecuencia de vivir un año electoral, una catarata de cuestionamientos, que formateados en clave supuestamente económica-laboral, esconden en sus pliegues una discriminación i ideológica por un lado y racial por otro, que no soslayan la cuestión geopolítica de una nueva inserción en el mundo, no tolerada por quienes "congelados" por la Guerra Fría, miran al mundo como si estuviese detenido 50 años atrás.


Si algo ha caracterizado al gobierno peronista desde el 2003 hasta la fecha, motivo además por el cual recibió las mas importantes embestidas políticas, ha sido que el proceso de industrialización, la ampliación de derechos sociales y la voluntad férrea de consolidar el trabajo , como herramienta dinamizadora de la economía han sido su norte. Cuestionar los swaps de monedas, que han permitido superar la crisis del sector externo, provocada por los golpistas económicos devaluadores, en paralelo con la disparada de precios inflacionaria, es sólo una de las caras que aparecen, como aparecieron ayer nomás, cuando Venezuela acudió en ayuda, a una Argentina terminal, con dinero fresco, para superar la crisis del 2001, que trajo aparejado un viento contrario a la República Bolivariana Chavista, con la misma virulencia con que antes embistieron contra Cuba y los acuerdos de Perón de 1973, o antes las charlas con Mao, a través de Valentín Luco, o la ayuda de Fidel con los habanos en Europa, al exilio del Líder.


La críticas a China se centran en los acuerdos de financiamiento que permitirán a nuestro país, la construcción de dos centrales hidroeléctricas Cepernic y Kirchner que son obras de infraestructura energética, para un país en crecimiento. Se cuestiona por un lado las compras directas cuando en los contratos se establece que el 25% corresponde al país otorgante y el 75% al país receptor en este caso,la Argentina.Que la mano de obra china será sobre personal técnico en la transferencia de tecnología, como se hizo con los trenes, donde los puestos de trabajo especializados en nuestro país, fueron arrasados por la lógica neoliberal desde 1976 con complicidad absoluta de los 90 menemistas, cuyos residuos políticos hoy claman por "transparencia", que siempre se tuvo en estos 12 años, en el marco del crecimiento único, inédito en lo económico y social, desde la década feliz de Perón.


Nunca abrieron la boca para las bases militares en nuestro país, ni para la intención prepotente del ALCA, ni la Alianza Para el Progreso de los años 60, ni de la Escuela para las Américas de los 70, ni del Plan Brady de los 90, ni los acuerdos de Washington de los años 80, que no sólo determinaban la economía de los países,sino exigían monitoreos, endeudamientos, privatizaciones, flexibilización laboral, congelamiento de jubilaciones y pensiones, cierre de desarrollos tecnológicos de punta, cierres d tranqueras y arrasamiento de la industria por el llamado"libre comercio" que los países centrales impone, pero no practican.


Como vemos es una simple confrontación ideológico-política prelectoral,que intenta justificar un embate, que sin dudas,al cambiar el sistema de alianzas tradicional de la Argentina Colonial, provoca heridas en intereses concentrados en la vieja estrategia europea-norteamericana.Nuestro país se encamina a un nuevo escenario internacional, integrado al mundo con nuevos actores regionales y extraregionales, desde el UNASUR, CELAC, BRICS, MERCOSUR que dejan de la lado,preconceptos coloniales de la posguerra, que marcó por décadas la agenda golpista de la ArgentinaLos peronistas conocemos de esto, tenemos memoria y la Tercera Posición vigente, puntapié inicial de los Países del Tercer Mundo que dió un nuevo impulso al desarrollo de los pueblos del mundo.


JORGE RACHID

TEMAS RELACIONADOS: