Cada fallo con distinta vara
Miércoles 26 de noviembre de 2014
El juez Thomas Griesa rechazó el pedido de bonistas europeos
de liberar los pagos que realizó la Argentina y que se encuentran congelados en
el Bank of New York (Bony) a inversores del canje que tienen títulos bajo ley
europea.
Esta nueva orden de Griesa ignora por completo opiniones
preliminares recientes de la justicia inglesa, que había solicitado "que
fuera de interés de la Corte americana, que considerara los asuntos
relacionados con los fondos".
Esta nueva orden, de media carilla y a la que tuvo acceso
Télam, ocurrió en la víspera del día de Acción de Gracias. La misma, con fecha
25 de noviembre, sostiene que "específicamente, los tenedores de bonos en
euros piden una orden aclarando que la sanción (injuntcion) no se aplique a
determinados terceros (... ) El Tribunal se niega a conceder la orden
solicitada. Hacerlo sería empezar a hacer excepciones importantes a la
sentencia y la sanción que fue emitida por la Corte y confirmada por la Corte
de Apelaciones del Segundo Circuito".
Por estas fechas, se cumplieron dos años de aquella orden
del juez Griesa relativa a la solución de pago, en la víspera del Thanksgiving,
donde obligó a la Argentina a pagarle el 100% a NML, Aurelius y Olifant, entre
otros, aún antes que a los bonistas de canje, que en aquel momento significaban
unos 1.330 millones de dólares.
Como ese monto es actualizable, esa cifra está hoy en el
orden de los 1.600 millones de dólares. Asimismo, contabilizando los casos
acumulados para los "me too", los holdouts que también querrían
beneficiarse de ese fallo, los reclamos pendientes por el "pari
passu" -que Griesa aún debería convalidar- suman alrededor de 6.000
millones de dólares, y va en aumento.
Entre los bonistas europeos se encuentran George Soros con
Quantum Partners, y los fondos de otros peso pesados, Master Fund Knighthead y
Hayman Capital, que solicitaron a Griesa el pago de sus bonos del canje que se
encuentran congelados y que ascendería a 226 millones de euros (u$s 280
millones), y además iniciaron un juicio paralelo en Londres contra el fallo de
Griesa.
Previamente al fallo conocido hoy, los
"Eurobondholders" le habían enviado una carta Griesa alertándolo de
las opiniones preliminares de la justicia inglesa, que resultaron desfavorables
a la acciones del Bank of New York -que retuvo el pago a bonistas europeos del
canje efectuado por la Argentina-, y a las consecuencias del fallo del
magistrado estadounidense.
Allí le habían alertado que el juez ingléz Guy Newey, quien
lleva la causa en Londres aún no resuelta, consideró que "el estado actual
de las cosas es 'bastante lamentable' porque pretende prevenir indefinidamente
a los tenedores de bonos en euros de obtener el acceso a dinero que había sido
contractualmente adeudado a ellos y al que ahora se verían con derecho a ser
beneficiados", según la carta enviada a Griesa.
La nueva orden de Griesa ignora por completo esta carta y
las opiniones de la justicia inglesa.
Newey había indicado además que si bien el tribunal inglés
"puede excusar [al BONY] de cualquier responsabilidad a los titulares de
los bonos denominados en euros como una cuestión de la ley estadounidense, me
resulta difícil ver cómo se puede hacerlo en los ojos de los tribunales
ingleses, y de los bonos en cuestión que se rigen por la ley inglesa".
Los bonistas europeos le habían resaltado a Griesa que Newey
esperaba una declaración de la Corte inglesa, de que los fondos involucrados
"son sostenidos en el fideicomiso para los bonistas europeos ... (y
correspondientemente la República Argentina no tienen ningún interés
beneficioso en ese dinero) sería esperable que fuera de interés de la Corte
americana que considerara los asuntos relacionados con los fondos".
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