Domingo 28 de septiembre de 2014
Los fondos buitre Elliott, de Paul Singer, BlackRock y Oz
Management, entre otros, son accionistas de varias de las empresas que exploran
ilegalmente en busca de petróleo y gas en el área de las islas Malvinas,
violando expresas resoluciones de la Organización de las Naciones Unidas, según
informa hoy el diario Tiempo Argentino.
La firma multinacional Noble Energy, compañía de capitales
estadounidenses con base en Houston, es una de las ocho petroleras que explora
ilegalmente la zona del archipiélago argentino con respaldo financiero de
fondos buitre, que acaparan parte del accionariado de la firma.
El fondo Elliott Management Corporation, que encabeza el
litigio de Argentina con los holdouts, posee una porción de Noble Energy, al
igual que el Bank of New York Mellon (BoNY), entidad que no liberó el dinero
para pagarles a los bonistas que entraron a los canjes de la Argentina,
justamente por la presión de Paul Singer, titular de Elliott, ante el juez de
Nueva York, Thomas Griesa.
Noble Energy, la firma que intensificó trabajos esta semana
en Malvinas, no sólo tiene entre sus accionistas a Elliott Management, sino
también a Oz Management, otra empresa del multimillonario Paul Singer.
También aparece el fondo BlackRock, objeto de transferencia
de acciones con el fondo Elliott, y propietario de parte de la gráfica
Donnelley, investigada por el gobierno argentino por una presunta quiebra
fraudulenta.
Asimismo, Singer, a través de otras razones sociales, está
presente en otras compañías que controlan a firmas que operan en el
archipiélago.
Entre otros antecedentes que ligan a Singer con el petróleo
y las Malvinas, Tiempo Argentino señala que Elliott Management posee cerca de
un 40% de la petrolera Hess Corp, que fue socia de la Repsol que controlaba YPF
en emprendimientos en otros países de la región, como México y Brasil.
De hecho, en 2009, se denunció públicamente un intento de la
ibérica de entregar sin licitación a Hess un área de Vaca Muerta. Asimismo,
Singer a través de Noble Energy también perfora en el Golfo de México desde
2011, de la mano de Repsol, consigna el informe.
Además, en 1998, Hess Corp fue la primera empresa que
recibió contratos otorgados en forma unilateral por el gobierno de las Islas
Malvinas. En ese momento, no hubo consentimiento argentino y la empresa incluso
se negó a pagar regalías que le correspondían a Argentina.
En 2012, el gobierno argentino emitió la Resolución 133 a
través de la cual sancionó a empresas que operaban ilegalmente en Malvinas. El
apercibimiento se extendería por un plazo de 20 años, al ser empresas que nunca
obtuvieron habilitación para trabajar en la zona del archipiélago (violaban las
disposiciones de la Ley 17.319 en materia de exploración y explotación de
recursos naturales).
En el caso de otras compañías embarcadas en la exploración
de hidrocarburos ilegal en el sur argentino, como Desire Petroleum, Falkland
Oil and Gas y en Borders and Southern Petroleum, también aparece el fondo
BlackRock como accionista.
BlackRock está dentro del accionariado del fondo buitre
Gramercy, que según denunciaran por entonces diputados de la oposición ante la
justicia, especuló y se quedó con bonos que quedaron fuera del primer canje de
deuda de 2005.
El artículo del matutino destaca que el control de los
fondos que especularon con deudas de países en crisis en las petroleras de
Malvinas expresa la injerencia de los fondos buitre en el poder económico
global, en distintos sectores estratégicos, condicionando políticamente a las
naciones, incluso al propio Estados Unidos.
Por otra parte, Tiempo Argentino resalta que la exploración
de las empresas inglesas y norteamericanas en Malvinas viola las resoluciones
de la ONU que reclaman mantener el statu quo en el archipiélago hasta tanto se
dirima el litigio por la soberanía de las islas del Atlántico sur.
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