Leandro Selén | Jueves 18 de septiembre de 2014
Los fondos buitre, que reclaman en los Estados Unidos cobrar
1.600% más del valor originalmente pagado por los bonos de la deuda argentina
en cesación de pagos y que recibieron el rechazo de la comunidad internacional,
delinearon una estrategia de cinco puntos para condicionar a la Argentina por
no aceptar pagar lo que ellos demandan, que van desde forzar una devaluación
del peso hasta incentivar las profecías de "estallido" social a fin
de año.
El ministro de Economía, Axel Kicillof, denunció este
miércoles la puesta en marcha del plan y reveló que su mentor es Carlos
Gutiérrez, un ex secretario de Comercio de los Estados Unidos durante la
gestión de George W. Bush.
Este administrador de empresas cubano, residente desde 1960
en los Estados Unidos, fue contratado, según consignó el New York Post, por el
millonario y titular del fondo buitre NML Elliot, Paul Singer, para que haga
lobby a su favor e impulse la oposición al gobierno argentino.
De acuerdo con lo denunciado por Kicillof, la estrategia de
los buitres incluye un fuerte ataque especulativo contra la moneda argentina
para forzar una devaluación.
El mismo se llevaría a cabo a partir de propiciar una ola de
rumores tendientes a generar inestabilidad económica e impulsando ataques
especulativos para minar la credibilidad y confianza en el Gobierno, sobre todo
con la variación del tipo de cambio ilegal o "blue" promovido por cuevas
financieras, auspiciadas en forma indirecta por los bancos.
El programa de cinco puntos también comprende una embestida
contra la figura presidencial, tendiente a desgastar y esmerilar la figura de
Cristina Fernández de Kirchner, a partir de ataques permanentes desde el punto
de vista mediático y denuncias sistemáticas en diversos lugares de Estados
Unidos y a nivel internacional.
También se estipula impedir el pago local de los próximos
vencimientos de pago a bonistas, y bloquear el financiamiento en cualquier tipo
de mercado.
Este punto se realizaría a partir de una política agresiva
en el mercado financiero internacional, buscando evitar el acceso de Argentina
a financiamiento, tanto del sector público como del privado, con el objeto de
asfixiar al Gobierno e impedir a las empresas acceder a líneas de crédito.
Entre las acciones dirigidas a este objetivo, se pudieron
relevar distintas versiones sobre que peligraban las inversiones chinas en el
país, que fueron desmentidas rápidamente por las máximas autoridades del
gigante asiático.
El plan de los buitres, asimismo, contempla propiciar una
estrategia para ganar tiempo y lograr un acuerdo favorable a los intereses de
estos fondos en 2016 con un nuevo gobierno, admitiendo los deseos que
efectivamente una administración afín a sus intereses tome las riendas del país
a partir del 10 de diciembre de 2015.
Finalmente, la estrategia también incluye contratar
periodistas, sindicalistas opositores y medios de comunicación en Argentina y
otros países, que ataquen, esmerilen y provoquen acciones de desgaste
permanente del gobierno nacional.
En este punto, se puede traer a colación los pronósticos de
que en el diciembre la Argentina "va a estallar", apuntados por el sindicalista
opositor Luis Barrionuevo.
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