Lunes 01 de septiembre de 2014
Con su gira "500 días para una crisis"
Joaquín Sabina dará 16 conciertos en Argentina este mes con
su gira "500 días para una crisis", en la que
"reinterpretará" las canciones de su disco "19 días y 500 noches",
el "más intenso" y con "emoción verdadera", según la
definición del cantautor español.
El músico comenzará este miércoles sus presentaciones en
Buenos Aires con el primero de sus diez conciertos en el estadio Luna Park y
hoy aseguró en rueda de prensa que interpretará todas los temas del disco,
excepto "De purísima y oro" porque en Argentina "no existe
tradición taurina" y hay cosas que no tienen "traducción".
"Descubrí hace unos meses que es un disco muy
fundamental", es "es el más intenso, emoción verdadera" y
"fue hecho cuando cumplí 50 años", dijo Sabina en una distendida
presentación ante los medios argentinos.
"A los 50 tuve un ictus, a los 50 dejé algunas
costumbres poco saludables, dejé de pasar las noches en los bares, me dejaron,
me volví a enamorar", dijo con un tono que matizaba la lucidez con cierta
nostalgia.
"Escribí ese disco en sesiones muy intensas",
reconoció, agregando que fueron "días enteros y noches sin dormir"
que luego no ha "vuelto a tener para grabar discos o escribir
canciones" y confesó que tiene "mucha gana" de "ver si las
canciones siguen vivas para oídos vivos".
Y aunque Sabina defendió su derecho de "revisitar"
ese disco, en el año en que el artista cumple 65 abriles, manifestó que no se
arrepiente de las cosas que hizo, ni quiere "recuperar nada de
entonces".
Este año la gira en Argentina incluirá dos conciertos en
Córdoba, uno en la ciudad de Mar del Plata, uno en Corrientes y uno en Rosario
y el músico se mostró espectante ante las fechas que los llevarán por el
interior del país aunque confesó que su "amor" por Argentina es,
"fundamentalmente", su "amor por Buenos Aires".
Sabina destacó que la cantante israelí Noa, con quien hizo
una canción, lo acompañará en sus dos primeras presentaciones en Buenos Aires
porque "se lo merece" y "porque está sufriendo mucho" por
estar "en contra de su gobierno militarista y excesivamente castigador de
los pobres palestinos de la franja de Gaza".
También avanzó que está trabajando en nuevos
"garabatos" y que publicará más libros con sus dibujos porque se lo
ha ido "tomando más en serio" y porque no sabe lo "que es tener
las manos quietas" durante "las giras tan intensas de los últimos
tiempos".
Sin embargo, rehusó a hablar con la prensa sobre el trabajo
que está realizando para su nuevo disco y rechazó que esté escribiendo una
canción al papa Francisco.
"Soy poco piadoso. Yo le haría un tema a las dos novias
estas de Diego Maradona, o a los doce apóstoles, a Popeye. A Bergoglio,
no", se excusó.
Sabina se mostró como un artista "local" contestando
preguntas sobre la situación política del país y dijo estar
"preocupado" por la situación que atraviesa Argentina con los fondos
buitre y por la inflación.
"La Argentina que yo amo es una Argentina loca. Siempre
diferente, al borde del abismo y resucitando. Esa es la que yo conozco",
sentenció.
"Vine por primera vez en la hiperinflación, con Raúl
Alfonsin, y las pizzerías estaban llenas, los teatros llenos. Esa locura, esa
demencia argentina es la que yo amo", remarcó.
Su poesía y sus opiniones dejaron paso al silencio
emocionado de la sala tras su última respuesta.
"Brindé con champán y llamé a Estela para
felicitarla" dijo Joaquín Sabina en relación con la noticia de la
identificación del nieto de la presidenta de la Abuelas de Plaza de Mayo,
Estela de Carloto, el pasado 5 de agosto, tras haber nacido en cautiverio
durante la última dictadura argentina (1976-1983) y haber sido criado con el
nombre Ignacio Hurban.
"Me gustaría que se llamara Guido", dijo Sabina
sobre el también músico, que ahora se llama Ignacio Guido.
TEMAS RELACIONADOS: