Enrique Szewach | Lunes 04 de agosto de 2014
La quinta enmienda de la Constitución de los Estados Unidos,
indica, entre otras cosas, que "nadie está obligado a declarar en su contra".
En el mismo sentido, cuando a un detenido se le leen sus derechos, también se le manifiesta que lo que sí diga,
puede ser utilizado en su contra.
En una versión más "refranera", solemos decir que "El hombre
es dueño de sus silencios y esclavo de sus palabras".
En sus discursos de estos días, tanto el Ministro de
Economía como la Presidenta de la Nación, han olvidado esa sabia máxima.
Primero fue el Ministro que definió como una "pavada
atómica" la idea que no pagar la cuota correspondiente al bono discount que
vencía el 30 de junio dentro del período de gracia era un default. Sin embargo,
el propio Ministro dijo "lean el contrato" en lugar de hablar. Y sucede que el
contrato y sus anexos, establecen como "evento de default" el no pago.
Y se define "pago", cuando el dinero "vuela" de la
Argentina, y aterriza en las cuentas en New York de los bancos pagadores.
Pero, justamente, eso fue lo que no sucedió, dado que el
Juez Griesa bloqueó ese "vuelo".
Por lo tanto, leyendo el contrato completo, como nos
aconsejó el Ministro, la Argentina, lamentablemente, está en default.
Como lo han declarado varias agencias de calificación,
incluyendo la agencia de calificación de China (al parecer el mundo comunista
se ha sumado a los salvajes capitalistas en el castigo a la Argentina), y la
agencia encargada de determinar si deben pagarse los seguros contra default de
la deuda argentina.
Y está en default, porque la sentencia del juez Griesa, (con
la que no estoy de acuerdo, pero a quién le importa) ratificada por la Cámara
y, por omisión, por la Corte de los Estados Unidos, indica que sólo se pueden
pagar los bonos del canje si, simultáneamente, se le paga, en una fórmula
preestablecida, a los que no entraron al canje.
El Ministro y la Presidenta afirmaron que esto no se podía
hacer porque, de cumplir la sentencia, se estaría disparando la cláusula RUFO
(la que establece que los bonistas que entraron al canje pueden pedir lo mismo
que se le ofrezca "voluntariamente" a los que no entraron al canje, si la
oferta es mejor), y que había que esperar hasta enero del 2015 cuando esa
cláusula vence.
Pero, después, el Ministro y la Presidenta hicieron
referencia a una ley argentina que limita el tipo de canjes de deuda que se
puede hacer y que "no vence" a menos que se derogue esa ley.
Más allá de que resulta controversial si la cláusula RUFO es
aplicable a una sentencia "no voluntaria", en qué quedamos, ¿El gobierno quiere
cumplir la sentencia, negociando a partir del 2015, pero no ahora? ¿O no puede,
por una ley argentina, ofrecer nada mejor que el canje y, por lo tanto, aún
después de fines de año, no piensa cumplir la sentencia?. Si es esto segundo, la probabilidad de que un
tercero privado, "compre" este juicio, y todos los demás que están en curso,
para luego, a partir del 2015, negociar con la Argentina el pago, se reduce
sustancialmente, a menos, insisto, que el gobierno esté dispuesto a enviar al
Congreso argentino, un proyecto de ley pidiendo autorización para ofrecer, a
partir de enero del 2015, un arreglo diferente a los tenedores de bonos
defaulteados en el 2001.
Pero además de "éstas" palabras, La Presidenta, al anunciar
el aumento a los jubilados, se refirió al ANSES y reconoció, por un lado, que
el ANSES es "parte del Estado". Esto tiene implicancias en el conflicto con los
buitres, desesperados por encontrar activos para embargar del Estado argentino.
(Ahora tienen la "palabra" de la Presidenta que el ANSES es parte del Estado).
Y, por el otro, reconoció que más del 40% de los ingresos del ANSES no
provienen de los impuestos al trabajo, si no de otros impuestos, IVA fundamentalmente,
que pagan, incluso, y repito sus palabras: los jubilados. Es decir, terminó
reconociendo que ¡los propios jubilados financian sus ingresos!.
Entiendo la necesidad política del relato ante los
aplaudidores vocacionales u obligados (¡aplaudieron a rabiar cuando la
Presidenta anunció que le habíamos pagado la primera cuota al Club de Paris!
Parecían los acreedores y no los pagadores). Pero, en estos momentos, resulta
imprescindible recordar que todo lo que digamos será usado en nuestra contra.
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