Adolfo Pérez Esquivel | Viernes 25 de julio de 2014
En enero del año 2009, publiqué una nota sobre los ataques
de Israel del 27 de diciembre de 2008, comenzaba diciendo: "Sonó el teléfono a
las 3.45 hs de la noche, un amigo israelita llamaba desde Jerusalém preocupado
y dolorido se preguntaba que podía hacer la comunidad internacional frente a la
invasión y los bombardeos de Israel sobre la Franja de Gaza". En efecto,
esa invasión sucedió luego de que una encuesta demostrara que más del 70% de la
población de Israel y la de Palestina estaban de acuerdo con la existencia de
dos estados conviviendo pacíficamente.
Sin embargo los intereses del Estado de Israel y sus aliados
han impedido sistemáticamente la constitución del Estado Palestino, tal como la
estableció la ONU en 1948, arrebatándoles el territorio, oprimiéndolos y
construyendo un muro de la infamia para separar, encerrar y perseguir al pueblo
palestino.
Israel intenta justificar sus actos reclamando el derecho a
autodefenderse, pero de acuerdo con el principio básico de derecho
internacional, ex injuria non oritur ius, un derecho legal no puede surgir de un acto ilícito. Los hechos están a
la vista y son incuestionables, si un Estado viola el derecho internacional y
las advertencias de la ONU para cometer atrocidades contra otros pueblos, se
transforma en un Estado terrorista.
El gran pecado de los palestinos es que no están dispuestos
a rendirse y dan la vida peleando por su libertad. Israel es el país invasor y cuanta con más
recursos militares, financieros y mediáticos, además de c disponer de escudos
contra los misiles, compra suficiente consenso como para que no los llamen
"terroristas" a pesar de bombardear con armas químicas, torturar
niños palestinos y usarlos como escudos humanos.
Esto ya no es un problema político solamente, es un problema
humanitario. La ONU ayer aprobó una resolución para la protección de Palestina
y para investigar el operativo de Israel por posibles crímenes contra la
humanidad. La respuesta de Israel fue bombardear a las pocas horas las escuelas
que el máximo organismo internacional ti ene en Gaza, matando e hiriendo a
muchos de los 1500 civiles que buscaban cobijo y salvar sus vidas.
El Primer Ministro israelí lo dijo bien claro "No
cederemos a la presión internacional", y Estados Unidos apoya esta postura
porque ya lo ha hecho en otras oportunidades y porque quieren seguir
haciéndolo. Sin embargo Israel es reconocido como un Estado pleno en la ONU y
Palestina no, porque EEUU se niega. La primera y la octava potencia militar del
mundo se están convirtiendo cada día más en una amenaza a la humanidad. Algo
muy diferente a lo que busca la Palestina destruida y bloqueada comercialmente,
que es sobrevivir y lograr constituirse en un Estado pleno.
Hubo muchos intentos de poder alcanzar una solución, todos
frustrados, el más reciente fue la del Papa Francisco que viajó a Tierra Santa,
e invitó al Presidente de Israel, Simon Peres, y al Presidente Palestino
Mahmoud Habbas, al Vaticano para orar juntos y alcanzar un nuevo camino de
diálogo que derribe los muros de la intolerancia y puedan alcanzar la paz entre los pueblos.
Los pueblos de Israel y Palestina necesitan vivir en paz.
Para eso la comunidad internacional debe ponerle límites a Israel.
Por eso reclamamos:
Enviar una misión para detener los bombardeos y la ofensiva
militar terrestre de Israel
Bloquear el comercio militar con Israel, como resolvió la
ONU en 1975[1]
Aplicar sanciones económicas obligatorias por la ONU, como
sucedió con el Apartheid en Sudáfrica.
Brindar ayuda humanitaria al pueblo palestino, y reconocer a
Palestina como un Estado soberano, independiente y libre en el territorio que
le corresponde.
Adolfo Pérez Esquivel
Premio Nobel de la Paz
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