Jueves 24 de julio de 2014
La semana que viene será la reunión
El director técnico postergó para la próxima semana la
reunión que iba a mantener este jueves con el presidente de la AFA, para
definir su continuidad al frente del seleccionado argentino de fútbol.
Sabella, de 59 años, todavía no decidió si continuará o no,
pese a tener el consenso de la dirigencia y los jugadores, tras casi cuatro de
años de trabajo, que tuvo su pico con el subcampeonato en el Mundial Brasil
2014.
El ex entrenador de Estudiantes de La Plata debe definir si
tiene fuerzas para tomarse revancha de la final perdida el 15 de julio frente a
Alemania por 1-0, con un gol de Mario Götze, en el estadio Maracaná, de Río de
Janeiro.
A principios de semana trascendió desde el entorno del
técnico que Sabella tenía pensado seguir al frente del
seleccionado, pero en las últimas horas circuló la versión de que habría
cambiado de idea.
La postergación de la reunión suma una cuota más de
incertidumbre en relación a su continuidad.
Argentina, bajo la conducción de Sabella, volvió a jugar una
final de un Mundial después de 24 años. La anterior sucedió en Italia 1990,
coincidentemente con el mismo rival y resultado: Alemania 1-0.
Sabella, tras la derrota, tenía decidido no seguir, pero el
arribo con honores en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, la posterior
recepción de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el apoyo del pueblo
y los jugadores argentinos, y el homenaje en el Congreso de la Nación, parecieron
revertir esa determinación.
En su primera conferencia de prensa como técnico de
Argentina, en agosto de 2011, el ex entrenador de Estudiantes de La Plata
subrayó la necesidad de generar un "sentido de pertenencia" al
seleccionado, que llegaba de un duro fracaso en la Copa América organizada en
el país. Y lo consiguió, tras casi cuatro años de trabajo.
Sus principales virtudes fueron la cercanía, diálogo,
honestidad, transparencia y trabajo. Con eso se ganó la confianza del grupo,
que comenzó a consolidarse luego de la victoria de visitante frente a Colombia
(2-1) en noviembre de 2011, por la cuarta fecha de las Eliminatorias
Sudamericanas.
A esa altura, con pocos meses de gestión, el ciclo de
"Pachorra" ya había sentido el primer y acaso único cimbronazo fuerte
tras perder con Venezuela (0-1) por primera vez en la historia y empatar con
Bolivia (1-1), en el estadio de River.
Es que desde ese partido emblemático en Barranquilla,
Argentina se fortaleció como "un grupo de amigos", en palabras muchas
veces pronunciadas por los propios jugadores, y Lionel Messi se destapó
definitivamente con la camiseta celeste y blanca.
Supo variar de sistemas, ya que pasó por el 4-4-2, 4-3-3 y
5-3-2 (o 3-5-2), según la circunstancia, el plantel a disposición y el rival de
turno, y más allá del gusto de los hinchas.
Contradicciones al margen, el ciclo de Sabella arrojó un
saldo positivo con 26 victorias, 10 empates y cinco derrotas en 41 partidos, en
los que la selección anotó 75 goles y recibió 32.
La derrota en la final con Alemania, segunda con el equipo
principal en todo el proceso, cortó un invicto vigente desde el 15 de octubre
del año pasado, cuando Argentina perdió con suplentes ante Uruguay 3-2 en
Montevideo, en la última fecha de las Eliminatorias Sudamericanas.
Las otras dos caídas fueron ante Brasil con un seleccionado
local por el "Superclásico de las Américas".
La fría estadística y también el análisis de todas las
variables aprueban la continuidad del proyecto, que el propio Sabella dejó en
suspenso. La próxima semana se definirá la historia.
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