El gobierno reiteró su postura
Domingo 29 de junio de 2014
Mediante una solicitada publicada en diarios de Estados
Unidos, el Gobierno insistió en que está dispuesto a pagarle al 100% de los
tenedores de bonos pero de una manera "justa, equitativa y legal" y
rechazó interpretaciones solapadas acerca del eufemismo de "default
técnico"
En el texto, el Poder Ejecutivo Nacional indica que, con el
pago realizado el jueves, el país "ratifica su firme e incondicional
voluntad de cumplir con sus obligaciones, para honrar sus deudas y para
descartar cualquier interpretación solapada que implique la introducción del
eufemismo de 'default técnico' con el que se intentó caracterizar a la arbitraria
prohibición de pago ordenada por la Corte, sin tener en cuenta la voluntad del
deudor de cumplir con sus obligaciones".
Además, señala que "para la República Argentina y para
cualquier otro país soberano" pagar significa "el depósito de fondos
en cumplimiento de las obligaciones previstas en el prospecto de emisión de los
Instrumentos de deuda y, por tanto, ejercer voluntariamente un derecho sin
buscar con ello entrar en conflicto con otras decisiones judiciales que alteren
las bases contractuales de un país soberano".
"Nuestra firme convicción, como reflejan las las
instituciones y las organizaciones internacionales, junto con analistas y
especialistas que han sido incluso sido críticos del país en periódicos
especializados y revistas a nivel internacional, es que el exitoso proceso
voluntario de reestructuración de la deuda, que fue aceptado por el 92,4% de
los tenedores de bonos, debe cumplirse", sostiene el gobierno argentino en
la solicitada.
Y agrega: "Esta convicción implica apelar al sentido
común y a la participación regular y racional en los procesos de resolución de
la deuda en la que los derechos de una mayoría clara y auténtica no pueden ser
socavados por el 1% de los tenedores de bonos que, desde una posición
minoritaria, están destruyendo los esfuerzos colectivos de la Nación y del
pueblo argentinos para honrar sus compromisos, además de afectar los intereses
y derechos de la mayoría de los tenedores de bonos".
"Esta decisión soberana de la República Argentina
-añade el texto- implica una advertencia para Estados Unidos con respecto a las
consecuencias de sus actos, teniendo en cuenta la responsabilidad internacional
de las decisiones tomadas por su Poder Judicial, para el agente fiduciario,
para las entidades financieras que participan, para los litigantes, y para el
propio juez Thomas Griesa, con respecto a cualquier acción judicial de la que
podamos valernos con el fin de reivindicar legítimamente nuestros derechos como
miembros de la comunidad internacional, la Organización de Estados Americanos
(artículo 61), las Naciones Unidas (artículo 2, párrafos 1 y 4), el Convenio
Constitutivo del Fondo Monetario Internacional (artículo 4), a la Corte
Internacional de Justicia de la Haya como sujetos de derecho internacional, y
ante los tribunales de jurisdicción general en la República Argentina".
Para el Ejecutivo argentino, el hecho de que el pago de los
bonos esté sujeto a la jurisdicción de Estados Unidos "no significa
aceptar decisiones judiciales con las que es imposible cumplir", sobre
todo cuando "la sentencia viola el principio de inmunidad soberana que
prevalece en esa nación como una regla de jerarquía institucional superior y se
interpreta, además, el principio de pari passu de una manera caprichosa y
absurda". "El cumplimiento de una sentencia no puede exigir un
incumplimiento de las obligaciones asumidas", subraya.
En ese sentido, advierte: "Cualquier conducta que trate
de obstaculizar el pago a nuestros acreedores constituirá una violación de la
disposición de Derecho internacional público que, en virtud de la igualdad
soberana, prohíbe coaccionar a otros Estados. Esta disposición también se
encuentra en vigor en los Estados Unidos".
Para el gobierno, no hay dudas sobre la
"parcialidad" de Griesa en favor de los fondos buitres, ni de su
verdadera intención: "Empujar a Argentina al default y destruir el acuerdo
de reestructuración de 2005 y 2010 que alcanzó con el 92,4% de los acreedores
tras largas negociaciones". Esto se confirma, según la solicitada, con el
rechazo al stay pedido por el país para poder cumplir con sus obligaciones del
30 de junio próximo y habilitar el diálogo con el 100% de los bonistas.
"Pero no va a lograr su objetivo, por una simple razón:
la República Argentina cumplirá con sus obligaciones, pagará su deuda, cumplirá
sus compromisos como lo ha venido haciendo, con el objetivo de poner fin a la
estratagema de considerar un fallo de la corte absurdo, con efectos sistémicos
a nivel internacional, como un "default técnico". Eso no es más que
una forma sofisticada de tratar de obligarnos a arrodillarse ante los usureros
del mundo", sentencia el texto.
Por último, reafirma el compromiso de Argentina de honrar
sus deudas con el 100% de los bonistas, siempre y cuando sea de una manera
"justa, equitativa y legal".
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