Lo toma, lo rechaza o
si solicita la opinión al gobierno de Obama
Viernes 23 de mayo de 2014
La Corte Suprema de Estados Unidos definirá el próximo 12 de
junio, el mismo día que empieza el Mundial de Fútbol 2014 en Brasil, si acepta
o rechaza el caso argentino contra los fondos buitre, o si solicita una opinión
al gobierno de Barack Obama sobre esta cuestión, para terminar de tomar una
decisión en el denominado "juicio del siglo".
Según el cronograma oficial que aparece este viernes en el
blog del Máximo Tribunal, el próximo 12 de junio está previsto un
"petition of conference", para los casos 13-990 y 13-991, que
corresponden al pedido de apelación de la Argentina ante el fallo de la Cámara
de Apelaciones de Nueva York, que avala el pronunciamiento del juez Thomas
Griesa.
El juez neoyorquino determinó que Argentina debe pagarle
1330 millones de dólares (actualizables con intereses) a los fondos buitre NML,
Aurelius, y Olifant, cuya efectivización quedó en suspenso hasta el veredicto
de la Corte Suprema.
El primer caso corresponde al pedido de apelación argentina,
propiamente dicho, y el segundo es la apelación solicitada por los bonistas del canje de la deuda argentina,
los terceros que se encuentran afectados por la decisión de la Cámara, al
considerar que se violaron sus derechos de propiedad.
El 12 de junio, "esta Corte debe certificar ante el
Tribunal de Apelaciones de Nueva York esta pregunta: Si un soberano extranjero
ha incumplido una cláusula pari passu -(tratamiento igualitario)- cuando
realiza pagos periódicos de intereses sobre la deuda, sin realizar también el
pago de su deuda en default", señala el texto que figura en la agenda.
Asimismo, sostiene que se pronunciará sobre si "un
tribunal de distrito puede entrar en una orden judicial, coaccionar a un
soberano extranjero a pagar daños y perjuicios monetarios, sin tener en cuenta
si el pago se haría con los activos que la Ley de Inmunidad Soberana Extranjera
hace inmune (...)".
Precisamente, son los dos argumentos más fuertes de la
Argentina, que aspira a que la Corte Suprema de EEUU los considere para lograr
dar vuelta el caso.
También, el máximo tribunal abordará el punto que postula
que si "una nación extranjera se ha negado a realizar los pagos a los
tenedores de sus instrumentos de deuda en default, un tribunal federal puede
obligar el pago mediante la emisión de una orden que impide a un fideicomisario
que no sea parte del pago de los tenedores que no son los de deuda
morosa...".
Este último punto hace referencia a los bonistas que
ingresaron a los canjes de la deuda de 2005 y 2010 y que se verían afectados
por el fallo.
Los especialistas coinciden en que el 12 de junio se pueden
dar "tres escenarios": Que la Corte acepte el pedido argentino y el
de los bonistas que ingresaron al canje, por lo que entraría a correr un nuevo
cronograma que podría extenderse hasta bien entrado el 2015 para una definición.
El segundo escenario es que la Corte rechace el planteo
argentino, por lo que entrará en vigor la medida que estaba en suspenso, por lo
que el país debería pagar a los fondos buitre el dinero estipulado por el juez
Griesa, incluso antes de abonar a los bonistas que ingresaron al canje de
deuda.
Esta última situación podría derivar en lo que el mercado
llama un "default técnico" en la próxima fecha de pago de los bonos
del canje, porque el efectivo cumplimiento de la decisión judicial podría
perjudicar a los bonistas con títulos reestructurados.
El tercer escenario es que el 12 de junio la Corte Suprema
solicite al gobierno de Estados Unidos una opinión sobre el caso, antes de
decidir si acepta o rechaza el pedido argentino.
Estados Unidos participó en las instancias inferiores, y en
dos oportunidades ante la Corte Suprema se mostró a favor de la posición
argentina, siendo estas últimas en el juicio por el uso de las reservas para
pagar deuda (que ganó Argentina), y en un caso paralelo aún a definir, por el alcance
de la divulgación de activos argentinos, que podrían ser blanco de los fondos
buitre.
Este último apoyo ocurrió en diciembre de 2013, y generó
expectativas de que serían en iguales términos para este caso, siempre que la
Corte Suprema lo solicite.
En cambio, el pedido de apelación sumó apoyos espontáneos a
través de documentos "Amicus" por Francia, Brasil y México, entidades
bancarias internacionales, de clearing financiero y ONG, entre otros, que ya
están en poder de la Corte Suprema.
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