Jueves 15 de mayo de 2014
El dinosaurio de "Los Picapiedras"
Un dinosaurio saurópodo de cuello largo, el más famoso de
los gigantes herbívoros conocidos, cuyo rastro se registraba en el hemisferio
norte, fue hallado en Neuquén, donde pudo haber sobrevivido a la extinción de
sus congéneres, informó el paleontólogo Sebastián Apesteguía.
Se trata de "Leinkupal laticauda", que en idioma
mapudungún o mapuche significa "familia que desaparece", y será
presentado por los paleontólogos Apesteguía, Pablo Gallina y Alejandro Haluza,
en una actividad abierta al público en el auditorio de la Universidad
Maimónides, en Hidalgo 775, Caballito.
"Es el más famoso de los herbívoros, el dinosaurio de
(la serie animada) `Los Picapiedras`, y proviene de una época rara para los
hallazgos en Neuquén", contó Apesteguía a Télam.
Apesteguía y Gallina son investigadores del Consejo Nacional
de Investigaciones Científicas y Técnicas-Conicet en la Fundación Azara, y
Haluza, del Museo E. Bachmann de la neuquina Villa El Chocón.
A diferencia del brontosaurio hallado en Norteamérica, uno
de cuyos ejemplares exhibe desde 1912 el Museo de Ciencias Naturales de La
Plata, el Leinkupal laticauda mide "nueve metros de largo, con la
particularidad de que esta familia se había encontrado sólo en el hemisferio
norte y Africa, y pensábamos que no había acá".
Apesteguía indicó que este dinosaurio, a la vez que
pertenece a la familia de los diplodocinos, "es otra diferente y mucho más
chiquita a la del norte que tiene 20 metros, el último que existió y que
posiblemente sobrevivió a la extinción de sus congéneres".
"Muchos de los linajes que considerábamos
característicos de una región eran anteriores, lo que indica que los
continentes estaban unidos y nos lleva a pensar que los tiempos de evolución
eran otros diferentes a los que pensábamos", comentó Apesteguía.
El hallazgo del dinosaurio patagónico fue publicado en la
revista especializada Plos One como el único ejemplar perteneciente a un grupo
jamás registrado en Sudamérica y el último diplodócido que vivió a nivel
mundial, proveniente de rocas cretácicas, de una era que comenzó hace unos 140
millones de años.
"El cretácico inferior no es tan fosilífero como el
superior, pero una vez que invertís tiempo y recursos, aparecen cosas",
afirmó el paleontólogo, avalando el criterio del científico José Bonaparte, quien
en los `90 enfocó su investigación en las rocas depositadas en ese momento y
descubrió localidades con fósiles importantes.
En la zona del hallazgo afloran rocas de unos 140 millones
de años de antigüedad, conocidas como Formación Bajada Colorada, depositadas en épocas en la que no existía la
cordillera de los Andes y el océano Atlántico comenzaba a bañar el actual
Neuquén.
El material estudiado es esqueleto del Leinkupal laticauda
desarticulado y entremezclado con huesos de otro dinosaurio, y el hueso clave
es una vértebra de la cola junto a tres vértebras del cuello, una de la espalda
y otras cuatro caudales.
Los huesos muestran que, a pesar de su modesto tamaño, su
cola era aún más poderosa que la de sus otros parientes brontosaurios, con
vértebras de la cola neumatizadas, donde se insertaban fuertes músculos para
dar coletazos laterales.
Los fósiles de brontosaurios fueron hallados en abundancia
en rocas del Jurásico Superior de Estados Unidos, en la Formación Morrison,
datados entre 144 y 200 millones de años, pero parecían haberse extinto hasta
la aparición del Leinkupal laticauda sobre el valle medio del río Limay, entre
los pueblos de Picún Leufú y Piedra del Águila, en la Formación Bajada
Colorada. Apesteguía es autor de los
libros "Nuestros Dinosaurios" y "Vida en Evolución", y
columnista del programa Científicos Industria Argentina
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