Ante un
millón de fieles
Domingo 27 de abril de 2014
El papa
Francisco pidió "honrar la memoria y las enseñanzas" de sus predecesores Juan
Pablo II y Juan XXIII, al proclamarlos santos en una ceremonia histórica que
fue seguida por casi un millón de fieles que desbordaron el Vaticano y varios
puntos de Roma.
En el
inicio de la canonización, el argentino saludó al papa emérito Benedicto XVI,
cuya presencia en la Santa Sede le brindó a la liturgia el título de "el
día de los 4 Papas": dos pontífices vivos convirtieron en santos a dos
papas fallecidos.
La
ceremonia comenzó a las 10 hora local (5 de Argentina) con las peticiones del
prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, el cardenal Angelo
Amato, para que se inscriba a quienes hasta ayer eran beatos, Juan Pablo II y
Juan XXIII, en el libro de los Santos.
Francisco
luego leyó la oración en la que declaró como santos a sus predecesores "con la
autoridad de nuestro Señor Jesucristo y los santos apóstoles Pedro y Pablo".
Después
se llevó hasta el altar el relicario de Juan XXIII, un pedazo de piel
desprendido durante su exhumación, trasladado por familiares; y el Juan Pablo
II, una ampolla de sangre llevada, entre otras personas, por Floribeth Mora,
una mujer de Costa Rica que fue sanada de un aneurisma cerebral a través de la
intervención del difunto Papa.
"En estos
dos hombres vivía una esperanza junto a la alegría gloriosa", señaló Francisco
y destacó que sus predecesores "tuvieron el coraje de tocar y ver las llagas de
Jesús".
"Ellos
colaboraron con el Espíritu Santo para actualizar la Iglesia según su fisonomía
originaria", manifestó.
"No
olvidemos que son precisamente los santos quienes llevan adelante y hacen
crecer la Iglesia", completó.
Jorge
Begoglio los describió como "dos hombres valientes que dieron testimonio a la
Iglesia y al mundo de la bondad y la misericordia de Dios".
"Conocieron
las tragedias del siglo XX, pero no fueron derrotados por ellas. Más fuerte en
ellos fue la fe en Cristo, redentor del hombre y Señor de la Historia", añadió.
Sobre
San Juan XXIII, pontífice entre 1958 y 1963, expresó que "fue una guía, un
pastor para la Iglesia".
De San
Juan Pablo II, al frente de la Iglesia Católica entre 1978 y 2005, indicó que
"fue un papa para la familia. Me gusta subrayarlo ahora que estamos viviendo un
camino sinodal sobre la familia y con las familias, un camino que él, desde el
cielo, ciertamente acompaña y sostiene".
Durante
la canonización, marcada por la solemnidad, se cantó la Gloria, se hicieron las
lecturas del segundo domingo de Pascuas y del Evangelio, cantado en latín y
griego.
También
se leyeron cinco peticiones, en español, árabe, inglés, chino y francés, esta
última a cargo de la religiosa Marie Simon-Pierre, cuya curación de la
enfermedad de Parkinson fue reconocida como milagro para la beatificación de
Juan Pablo II.
Las
imágenes de los santos son las mismas que se utilizaron para su beatificación y
los días asignados para su veneración son el 11 de octubre para Juan XXIII y 22
de octubre para Juan Pablo II.
Los
organizadores estimaron que entre 800.000 y un millón de fieles y peregrinos
siguieron de cerca la canonización, casi un cuarto de ellos en la Plaza San
Pedro y el resto en algunas de las 19 pantallas gigantes dispuestas en puntos
centrales de Roma como los Foros Imperiales, la plaza del Popolo y la Basílica
de Santa María la Mayor.
El
cielo encapotado y la leve lluvia no amendrentaron la Fe de los seguidores de
la Iglesia Católica que, durante la ceremonia, recibieron la comunión por parte
de más de mil curas.
En el
Vaticano también hubo 93 delegaciones oficiales, como la Argentina, encabezada
por el canciller Héctor Timerman, además de 24 jefes de Estado.
Previo
a la bendición que finalizó la ceremonia, Francisco brindó su reconocimiento a
las autoridades presentes y saludó a los peregrinos, especialmente a los de la
diócesis de Bergamo y Cracovia, ciudades de los dos nuevos santos.
"Honren
la memoria de los dos santos siguiendo sus enseñanzas", instó el papa que luego
le dio un significativo abrazo al pontífice emérito Benedicto XVI.
Otro
argentino fue protagonista, el cantante Odino Faccia, oriundo de Berisso, que
cantó el tema "Busca la Paz" que dio el cierre a la homilía que duró poco más
de dos horas
Tras la
canonización, la basílica de San Pedro abrió sus puertas para que los fieles
puedan acercarse a las tumbas de los santos y vean que el título del altar de
Juan Pablo II fue modificado de "beato" a "San Juan Pablo II".
En
tanto, mañana habrá dos misas de agradecimiento: una en la Basílica de San
Pedro, dedicada a Juan Pablo II y presidida por el cardenal Angelo Comastri; y
la otra para recordar a Juan XXIII que tendrá lugar en la Iglesia de San Carlo,
en el centro de Roma.
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