Desde el 12 de febrero
Viernes 28 de febrero de 2014
La fiscal general de Venezuela, Luisa Ortega, dijo que las
protestas que se desarrollaron en el país dejaron hasta ahora 17 muertos y 261
heridos, y agregó que serán investigadas 59 personas por hechos de violencia, mientras
que el canciller Elías Jaua aseguró en Brasil que la crisis que atraviesa el
país es producto de corrientes "fascistas".
"Tenemos hasta ahora 17 fallecidos, 261 heridos. Hoy
vamos a presentar a 59 personas, porque todavía hay un grupo de venezolanos que
sigue insistiendo en la desestabilización del país", dijo la fiscal a
periodistas en un acto por los 25 años de la revuelta popular conocida como el
"Caracazo".
Agregó que de la mayoría de las personas presentadas ante la
Justicia, 65 por ciento, son "ciudadanos comunes" y que los
estudiantes son "solamente el 35 por ciento".
Momentos antes de que el presidente Nicolás Maduro iniciara
otra reunión en el marco de la Conferencia Nacional de Paz, la fiscal señaló
que hasta ahora se han iniciado 27 investigaciones, aunque aclaró que no solo
se están haciendo averiguaciones por el posible mal uso de la fuerza por parte
de los policias sino también "a los que han atentado contra el Estado
venezolano".
Informó que el jueves murió un joven en el estado Carabobo
(centro) que estaba "apartando las barricadas que un grupo de venezolanos
coloca en las calles para impedir el libre tránsito, y limpiando las calles,
recibió un disparo".
También comentó el caso del hermano de un diputado que
falleció de la misma manera; "limpiando las barricadas, recibió un
disparo".
"Entonces, nosotros vamos a investigar las violaciones
a los derechos humanos, pero también vamos a investigar la muerte de este grupo
de venezolanos de manos de otros venezolanos que al margen de la ley, al margen
de la Constitución, han venido actuando para desestabilizar la tranquilidad del
país", dijo.
Sobre ese punto hoy se refirió la Alta Comisionada de
Naciones Unidas para los derechos humanos, Navi Pillay, quien condenó la
violencia de las últimas semanas en Venezuela, "independientemente de
quiénes sean los responsables", e instó al gobierno a velar por el respeto
a la libertad de expresión y de reunión.
Además, urgió a que se lleve a cabo una investigación
"completa, independiente e imparcial" en todos los casos de muertos y
heridos, y a que los responsables comparezcan ante la justicia.
Este viernes , el canciller venezolano, Elías Jaua, quien arribó a
Brasilia en la madrugada, responsabilizó a "corrientes neofascistas"
de las protestas que estallaron el 12 de febrero tras mantener una reunión con
su par brasileño, Luiz Alberto Figueiredo Machado.
En rueda de prensa dijo que la naturaleza de esa violencia
"no está sustentada en el malestar de la sociedad" sino que es
"de naturaleza política e ideológica organizada por la corriente de
pensamiento neofascista".
El canciller pidió el apoyo de Brasil a su propuesta de
convocar una reunión de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) para
debatir la crisis e indicó que formalizará hoy mismo en Surinam, nación que
detenta la presidencia rotativa de la Unasur.
Brasil fue la quinta escala de una gira iniciada esta semana
por Jaua, quien ya visitó Bolivia, Argentina, Paraguay y Uruguay.
En ese contexto, la alianza opositora Mesa de la Unidad
Democrática (MUD) ratificó su disposición a dialogar para salir de la situación
que afronta el país, pero cuestionó el compromiso del gobierno de Maduro en ese
propósito, expresado en la Conferencia Nacional de Paz que lanzó esta semana a
todos los sectores.
"Ratificamos nuestra disposición al diálogo y le
proponemos que se establezcan bases reales para hacerlo, con una agenda
precisa, metodología convenida y participación de terceros de buena fe, sean
nacionales o internacionales", agregó un comunicado lanzado por ese
bloque.
Mientras tanto, el partido opositor Voluntad Popular (VP),
al que pertenece Leopoldo López, preso acusado de actos de violencia, convocó a
una nueva marcha para mañana, en reclamo de la libertad para los detenidos en
las protestas.
Sobre el asunto, Estados Unidos anunció por medio de su
secretario de Estado, John Kerry, que "trabaja de cerca con Colombia y
otros países" para impulsar algún tipo de "mediación" en la
crisis que vive Venezuela.
Kerry además advirtió que "no es inapropiado" que
el congreso estadounidense estudie imponer sanciones a Caracas.
"Estamos trabajando muy de cerca con Colombia y otros
países para intentar ver cómo podría producirse algún tipo de mediación, porque
obviamente ya se ha demostrado que es muy difícil que los dos lados puedan
ponerse de acuerdo por sí mismos", dijo Kerry tras reunirse con la
canciller colombiana, María Ángela Holguín.
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