¿Qué hará Francisco?
Miércoles 05 de febrero de 2014
El Comité de la ONU sobre los Derechos del Niño ha pedido al
Vaticano que "retire inmediatamente" a todos los miembros del clero
de los que se sabe o se tiene sospecha de que han cometido abusos sexuales
contra menores y que los entregue a las autoridades civiles.
Igualmente, señala
que la comisión específica creada el pasado mes de diciembre por el Papa
Francisco para este asunto debería investigar todos los casos de abuso sexual
infantil así como la conducta de la jerarquía católica ante estos hechos.
Una delegación
vaticana presentó el pasado 16 de enero en la sede del organismo de la ONU en
Ginebra (Suiza) un informe sobre las medidas adoptadas para condenar y prevenir
los casos de abusos sexuales y proteger a los menores ante la Convención de la
ONU relativa a los Derechos del Niño.
El órgano de las
Naciones Unidas se encarga de revisar regularmente la aplicación de la
Convención sobre los Derechos del Niño, tratado de la ONU de 1989, del que la
Santa Sede fue uno de los primeros países promotores en 1990. La Santa Sede
acudía para responder sobre su acción ante los expertos de las Naciones Unidas,
como el resto de países miembro.
En el informe
presentado este miércoles por el organismo de la ONU, se reclama también a la
Santa Sede que haga públicos sus archivos sobre casos de abuso sexual. Además,
el Comité manifiesta su preocupación por el conocimiento que de estos casos se
tenía en la Santa Sede.
"El Comité
está profundamente preocupado por que la Santa Sede no ha reconocido la
gravedad de los crímenes cometidos, no ha tomado las medidas necesarias para
hacer frente a los casos de abuso sexual infantil y para proteger a los niños y
ha adoptado las políticas y prácticas que han dado lugar a la continuación del
abuso por parte y por la impunidad de los perpetradores", señala el
informe.
Además, el informe
considera que la Iglesia Católica todavía no ha tomado las medidas para evitar
que se repitan casos como los de Irlanda, en los que en unas lavanderías de las
Hermanas Magdalenas se sometió a niñas a condiciones de trabajo forzoso. Para
estas víctimas, en concreto, pide que sean indemnizadas.
Posición del Vaticano
El observador
permanente de la Santa Sede ante la ONU en Ginebra, monseñor Silvano Tomasi,
advirtió el pasado 16 de diciembre ante el Comité de la Convención de Derechos
de la Infancia de la ONU, que los "abusadores" se encuentran entre
las "profesiones más respetadas" incluidos "miembros del clero y
personal de la Iglesia".
"Los
abusadores se encuentran entre los miembros de las profesiones más respetadas
del mundo, la mayoría lamentablemente, incluidos los miembros del clero y otro
personal de la Iglesia. Este hecho es especialmente grave, ya que estas
personas están en posiciones de gran confianza y son llamados a promover y
proteger todos los elementos de la persona, como la salud física, emocional y
espiritual. Esta relación de confianza es fundamental y exige un alto sentido
de responsabilidad y respeto por las personas atendidas", ha expuesto.
Monseñor Tomasi
también subrayó que "no hay excusa" para ninguna forma de violencia o
explotación a niños y que estos crímenes "nunca pueden ser justificados,
tanto si son cometidos en casa, la escuela, el deporte o en organizaciones y
estructuras religiosas".
Esta, según afirmó,
es la política "de toda la vida" de la Santa Sede. Tomasi expuso que
el Vaticano ha delineado políticas y procedimientos para colaborar con las
autoridades y luchar contra este crimen. Concretamente, subrayó que las
Iglesias locales han elaborado directrices para prevenir los abusos sexuales y
protocolos de actuación ante estos casos. De hecho, aseguró que "la
Iglesia Católica está dispuesta a convertirse en el ejemplo de mejores
prácticas en esta tarea tal y como exigen los altos valores e ideales de la
Convención y sus Protocolos".
Para concluir,
monseñor Tomasi afirmó que la Santa Sede dará la bienvenida a cualquier
sugerencia por parte del Comité que pueda ayudarles a promover el respeto de
los derechos de la infancia y a asegurar una aplicación eficiente de la
Convención y sus Protocolos.
El Papa Francisco
ha continuando la senda iniciada por Benedicto XVI para proteger a los más
débiles y ha instituido una comisión específica para prevenir los casos de
pederastia en la Iglesia. Asimismo, el Pontífice ha aprobado una reforma del
Código Penal del Vaticano para reforzar las sanciones contra los actos de
pederastia.
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