Una situación sin precedentes
Eduardo Fleming | Sábado 25 de enero de 2014
En medio de la incertidumbre cambiaria argentina, y tras la
desprolija salida del ex embajador Román Oyarzún, el 23 de noviembre del año
pasado, aún no ha llegado su reemplazante Estanislao de Grandes Pascual , quien
tiene fecha de arribo a Buenos Aires el próximo 4 de febrero.
La incertidumbre sobre el futuro económico está a la orden
del día. Para el gobierno se marcha en el rumbo correcto, pero para la
oposición esta devaluación encubierta no va a poder ser controlada, y no son
pocos los que anuncian que la inflación se va a ir por las nubes, asegurando que el modelo económico "ya está agotado".
Los comerciantes por las dudas remarcan los precios,,la
cadena de electrodomésticos Frávega aumentó quinientos pesos el valor de una
computadora, los proveedores mayoristas no le
venden su mercadería a los minoristas -ocurre por ejemplo con las librerías- y
todos esperan con ansiedad que es lo que va a ocurrir a partir del próximo
lunes cuando se implementen las nuevas medidas.
Mientras tanto los mercados responden negativamente y las
bolsas del mundo -especialmente la de España- sienten el impacto y caen de
manera abrupta.
Ante este panorama España cumple dos meses sin embajador en Argentina. Una
situación sin precedentes.
Quizás a muchos les parezca solo un detalle. Pero no es
común que un país, y de las características de España, esté dos meses sin un
embajador nada más y nada menos que en Argentina. Es cierto que hay que cumplir
pasos burocráticos, -el Consejo de Ministros designó a Estanislao De Grandes
Pascual el pasado 29 de noviembre- que estuvieron las fiestas de por medio,
pero dos meses sin embajador pareciera demasiado tiempo para los tiempos que
corren.
La "desprolija" salida
del ex embajador Román Oyarzún aquel 23 de noviembre del año pasado aún es
motivo de debate entre todos los representantes de la colectividad española en
Argentina-ya sea empresarios, corresponsales, miembros de la federación y todo
aquel que consulte sobre la extraña despedida del ex embajador.
Nadie pone en discusión la convocatoria del Ministro de
Exteriores García Margallo para que regrese a las Naciones Unidas, como bien
dijo en su momento Oyarzún ante los miembros de la Federación de Sociedades
Españolas en su despedida de Buenos Aires-"el Ministro ha considerado que podría hacer un buen
trabajo en las Naciones Unidas, esa es la única razón por la cual me saca de mi
querida Buenos Aires, es ir a las Naciones Unidas para que defienda la
candidatura de España al Consejo de Seguridad que queda solo un año y a eso me
voy a dedicar".
Hasta ahí nada raro, un llamado para aprovechar sus
conocimientos en Naciones Unidas, a pesar de haber estado solamente un año y
medio en su cargo, sonaba lógico, pero lo que ocurrió dos días después de su
partida generó una polémica que aún hoy sigue estando vigente.
El sábado 23 Oyarzún partió -de manera urgente- rumbo a
Washington para asumir su nuevo cargo, y el lunes 25 se cerraba en Buenos Aires
el preacuerdo entre Repsol y el gobierno argentino por la expropiación de la
petrolera, en una reunión en la que participó el Ministro de Industria de
España José Manuel Soria, quedando a cargo del acompañamiento el Consejero de Negocios Pedro
Serrano Sanz.
Esto provocó la inmediata especulación sobre el motivo de la
súbita salida de Oyarzún, si fue por la "urgencia" en tomar el cargo, o si no
quisieron que el diplomático formara parte del encuentro dada la mala relación
que tenía con todos los funcionarios del gobierno argentino
Lo que si generó estos dos meses de España sin embajador,
fue un debate sobre la función y rol que
cumplen los diplomáticos fuera de España, no solamente en el cargo de mayor
jerarquía sino también en la cantidad de funcionarios que existen , con el
gasto que ocasionan al Estado español.
Ahora solo resta esperar para que el próximo cuatro de
febrero arribe al país Estanislao de Grandes Pascual, un diplomático cuyo
último cargo fue el de Embajador de España en Rumania, quien a los 66 años se
enfrentará a la atrapante misión de tratar de encarrilar la relación entre
España y Argentina, llegando con la ventaja de un preacuerdo entre Repsol y el
gobierno de Cristina Fernández, el principal conflicto que llevó al
distanciamiento entre ambos países, y el que fuentes involucradas dicen que el
arreglo está más cerca de lo que la gente cree.
Pero no solamente el acuerdo con Repsol va a tener que estar
atento el diplomático, sino va a tener que seguir bien de cerca el curso de una
economía argentina, que pareciera estar tan caliente como el clima sofocante que
nos viene acompañando este año.
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