Los fiscales avanzan a paso firme
Domingo 05 de enero de 2014
Dos fiscales de Instrucción de la ciudad de Córdoba dictaron
35 prisiones preventivas contra imputados por los robos y saqueos que se
produjeron entre el 3 y el 4 de diciembre pasados, durante el acuartelamiento y
huelga que realizó la Policía provincial.
El fiscal Raúl Garzón (Distrito III, Turno 7, de la ciudad
de Córdoba) dispuso la medida contra diez personas, mientras que su par, José
Mana (Distrito I, Turno 3) hizo lo mismo respecto de otros 25 imputados.
Por su parte, las fiscales Adriana Abad y Jorgelina Gutiez,
que también investigan los hechos ocurridos junto a Garzón y a Mana, tienen que resolver la situación de 75 y 30
personas, respectivamente.
Al dictar las prisiones preventivas, Mana aseguró que los
imputados "se apoderaron de las calles con claros fines ilícitos,
generando una gran perturbación pública donde personas y bienes se encontraban
en un estado de total indefensión merced a la carencia del personal
policial".
El fiscal consideró "particularmente grave" lo
sucedido, porque se perjudicó "la tranquilidad social y la sensación de
sosiego de las personas, nacida de la confianza de que pueden vivir en una
atmósfera de paz social, por lo que los actos de vandalismos indiscriminados en
ese contexto produjeron una alarma colectiva que afectó gravemente la regular
convivencia".
Días atrás, respecto de las imputaciones adoptadas, el fiscal
Garzón había manifestado a la prensa: "como principales razones tuve en
cuenta que se trató de un obrar inusual y sumamente grave. Se trata de
conductas no sólo reprochables desde lo técnico penal, sino que se desplegaron
ante los ojos de todos, en una noche en la que faltó la seguridad que debe
brindar el Estado".
Las particulares circunstancias en que se produjeron estos
"robos calificados", según el funcionario judicial, hicieron que
"se contribuyera a desatar la sensación de una suerte de guerra de todos
contra todos, algo que sale del obrar delictivo común".
Garzón tuvo en cuenta en el momento de imputar o de
disponer preventivas el hecho de que
"muchos (de los acusados) no contaban con antecedentes y tenían
ocupaciones, y hasta estudios universitarios en algunos casos, lo que merece un
reproche especial, porque revela que eran personas insertadas
socialmente".
De acuerdo con el fiscal, la decena de imputados que, en su
caso, se encuentra con prisión preventiva, "algunas ya confirmadas por
jueces de Control", pertenecen a "los casos más graves" de los
80 que se están investigando.
Los fiscales avanzan con el relevamiento de material fílmico
y el análisis de información volcada en las redes sociales durante las 48 horas
caóticas de la capital mediterránea cuando, en medio de la huelga policial, se
volcaron en las redes imágenes, consignas de incitación al delito y
confesiones.
La investigación tuvo un comienzo contundente con la
detención inmediata de cerca de 200 personas, muchas de las cuales obtuvieron
luego la excarcelación mientras prosiguen imputadas por los delitos de "robo
calamitoso", "encubrimiento agravado", "agresiones" y "daños calificados".
Garzón reveló que aún no hay ningún miembro de la policía
cordobesa detenido, pero advirtió que la causa avanza en conocer los vínculos
familiares y profesionales de las personas imputadas con efectivos de la fuerza
de seguridad.
Si bien hasta el momento no hay policías acusados, fuentes
judiciales confirmaron que los cuatro fiscales, mediante una nota, pidieron al
jefe de la Policía, Julio César Suárez, la nómina del personal que sí cumplió
servicios entre el 3 y el 4 de diciembre, para ahondar en la investigación y
posible conexión entre los ya imputados con los efectivos que sí intervinieron
en la huelga.
La saqueos, según el fiscal, se centraron en productos "de
segunda y tercera necesidad" y, en ningún caso, se detectaron alimentos u otros
de primera necesidad, por lo que "las penas podrían ser superiores a los tres
años de prisión, y por ende de cumplimiento efectivo".
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