Intensa actividad en Buenos Aires
Sábado 07 de diciembre de 2013
Víctimas del régimen franquista concluyeron en Buenos Aires
una nueva ronda de declaraciones ante la jueza argentina que investiga los
crímenes cometidos durante la dictadura que rigió en España entre 1939 y 1975,
confiados en que sus testimonios abren una puerta para poner fin a la
impunidad.
Trece personas han aportado sus testimonios en los últimos
cuatro días a la querella abierta en 2010 en Argentina, y han manifestado que
se encuentran liberados y satisfechos tras declarar ante la magistrada María
Servini de Cubría.
"Se nos ha abierto una puerta para que se haga justicia
y queremos llevar esta oportunidad hasta las últimas consecuencias", dijo a Efe Ángela Carmen Fernández Carballeda frente al Juzgado Criminal y
Correccional Federal número 1 de la Ciudad de Buenos Aires.
Fernández Carballeda se querella por la muerte de su padre,
la detención y torturas sufridas por su tío y los malos tratos que recibió en
un establecimiento infantil para prevenir la tuberculosis durante su infancia.
"Fuimos torturados física y psíquicamente para
desarraigar la posible influencia de nuestros familiares republicanos",
señaló Fernández Carballeda, quien lucía una pulsera tricolor en la muñeca.
El vasco Jon Arrizabalaga admitió haberse emocionado durante
sus más de dos horas de declaración en el juzgado de Servini de Cubría.
"Me siento liberado; he dejado una mochila bastante
fuerte en las declaraciones", dijo a Efe Jon Arrizabalaga después de
abrazar a otros comparecientes.
Las personas que declararon se mostraron confiadas en que
más personas se sumen a la querella argentina, que cuenta hasta el momento con
más de 180 adhesiones, y que haya nuevos avances en la causa.
El más significativo hasta ahora ha sido la solicitud de
extradición dictada el pasado septiembre por Servini de Cubría contra los
exmiembros de las fuerzas de seguridad españolas Jesús Muñecas y Juan Antonio
González Pacheco.
Ambos comparecieron el jueves ante la Audiencia Nacional en
España y, tras rechazar ser extraditados, quedaron en libertad provisional,
aunque se les han impuesto comparecencias periódicas y han sido privados de sus
pasaportes.
El equipo de abogados de la querella confía en que Servini
de Cubría, a raíz de los nuevos testimonios y pruebas presentadas, dicte ahora
nuevas imputaciones.
"Por primera vez los declarantes ven en un papel
impreso lo que ellos opinan, de lo que fueron testigos, lo que ellos vivieron.
Y por primera vez también hay un documento donde se dice que las víctimas son
víctimas y los torturadores son criminales", señaló a Efe el letrado
español Eduardo Ranz Alonso, que ha viajado con las personas que han declarado
en Argentina.
Ranz Alonso espera que la querella en el país sudamericano
marque "el inicio del fin de la impunidad española" y que "se dé
reparación al atentado frente a la dignidad que han sufrido y sufren las
víctimas del franquismo en España".
La delegación española, formada por una treintena de
personas, entre querellantes, abogados, familiares de víctimas y diputados
vascos, llegó a Buenos Aires el pasado viernes y mañana emprenderá el viaje de
regreso.
Durante su estancia en la capital argentina, mantuvieron
reuniones con los integrantes de la Comisión de Derechos Humanos del Congreso
argentino.
Además, rindieron homenaje a brigadistas argentinos que
combatieron en la Guerra Civil Española (1936-1939) y visitaron antiguos
centros de detención clandestinos de la dictadura argentina (1976-1983).
La querella en Argentina se presentó en 2010 por
"delitos de genocidio y/o lesa humanidad" cometidos durante la Guerra
Civil y la dictadura franquista, y abarca el periodo entre julio de 1936,
cuando se produjo el levantamiento militar, y el 15 de junio de 1977, fecha de
celebración de las primeras elecciones democráticas.
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