Germán Gorraiz López | Viernes 15 de noviembre de 2013
Wright Mills en su libro "The Power Elite" (1.956) explica
que el establishment sería "el grupo élite formado por la unión de las
sub-élites política, militar, económica, universitaria y mass media", lobbys de
presión que estarían interconectadas mediante "una alianza inquieta basada en
su comunidad de intereses y dirigidas por la metafísica militar".Por su parte,
Zbigniew Brzezinski, ex- consejero de Seguridad Nacional durante el mandato de
Carter, en un artículo publicado en la revista Foreign Affaire (1970), expone
su visión del "Nuevo Orden Mundial" al afirmar que "se hace necesaria una
visión nueva y más audaz con la creación de una comunidad de países
desarrollados que puedan tratar de manera eficaz los amplios problemas de la
humanidad", esbozos de una teoría que perfilará en su libro "Entre dos
edades:El papel de Estados Unidos en la era tecnotrónica"(1.971).
En el citado libro aboga además por el control de la
población por una élite mediante la "manipulación cibernética" al afirmar que
"la era tecnotrónica involucra la aparición gradual de una sociedad más
controlada y dominada por una élite sin las restricciones de los valores
tradicionales, por lo que pronto será posible asegurar la vigilancia casi
continua sobre cada ciudadano y mantener al día los expedientes completos que
contienen incluso la información más personal sobre el ciudadano, archivos que
estarán sujetos a la recuperación instantánea de las autoridades", lo que
anunciaría ya la posterior implementación del programa PRISM o del reciente
"affaire Spyon" de la NSA. Asimismo, en un discurso reciente durante una
reunión del Council on Foreings Relations (CFR), el citado Brzezinski advirtió
que "la dominación de las élites ya no es posible debido a una aceleración del
cambio social impulsado por la comunicación instantánea que han provocado el
despertar universal de la conciencia política de las masas (Global Political
Awakening) y que está resultando perjudicial para la dominación externa como la
que prevaleció en la época del colonialismo y el imperialismo".
En consecuencia, tras el intento de controlar la nube
mediante programas secretos como el citado Programa PRISM , en los próximos
años asistiremos al final de la democratización de la información (siguiendo la
senda emprendida por los llamados "países totalitarios", mediante la imposición
de leyes que prohíben el uso de determinados términos (en China, por ejemplo,
"democracia" o "derechos humanos") para continuar con la
implementación de filtros en los servidores de los ISP, de lo que sería
paradigma el SmartFilter fabricado por la compañía estadounidense Secure
Computing.
Así, según un estudio de la organización OpenNet (integrada
por las universidades de Oxford, Cambridge, Harvard y Toronto), 25 países
ejercerían la censura de webs con contenidos políticos o sociales "peligrosos"
e impedirían asimismo el acceso a aplicaciones como YouTube o Google Maps
aplicando sofisticados métodos de censura gracias a la colaboración de empresas
occidentales, pasando el Estado español a engrosar la lista de países que
ejercen la censura en Internet tras el cierre decretado por la AN de la web y
los perfiles de Twitter y Facebook de la organización "Ateak Ireki". Todo ello tendrá
como efectos colaterales la imposibilidad del acceso universal a la red en la
próxima década y el retorno a sus orígenes de la Red de Redes al quedar
Internet convertido en herramienta exclusiva de las élites políticas,
económicas y militares, lo que de facto constituirá una deriva totalitaria y la
implementación del déficit democrático como estigma recurrente de las llamadas
democracias formales occidentales o "estilo Westminster".
GERMÁN GORRAIZ LÓPEZ- Analista
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