Accidente de Once
Viernes 25 de octubre de 2013
El maquinista Julio Benítez fue imputado formalmente por
haber violado la velocidad máxima en diez oportunidades a lo largo del trayecto
Moreno-Once, donde el sábado pasado chocó la formación chapa 5.
El registro de violaciones al límite de velocidades fue
parte de las nuevas pruebas en su contra que le leyó el juez Ariel Lijo, tras
recibir ayer los resultados de un conjunto de pericias que había pedido antes
de resolver su situación procesal.
Según los registros técnicos incorporados al expediente,
Benítez ingresó el tren a Once a una velocidad de 22 kilómetros por hora cuando
el máximo establecido para poder detener la formación es de 12, como ya había
adelantado a pocas horas del accidente el ministro del Interior y Transporte,
Florencio Randazzo.
Sin embargo, esa violación fue sólo la última de los diez
excesos de velocidad que realizó a lo largo del recorrido en ocho estaciones,
de acuerdo a las planillas completas del itinerario del tren.
Según esos registros, entre las estaciones de Paso del Rey y
Merlo, por donde pasó entre las 6:28 y las 6:29, circuló a 65 kilómetros en un
tramo donde la velocidad máxima permitida es de 60, mientras que entre San
Antonio de Padua e Ituzaingó, según elreporte de las 6:38, circuló a 63
kilómetros, cuando la velocidad debe ser de 60.
De acuerdo al registro del GPS instalado en los trenes tras
la tragedia de Once de febrero del 2012, entre las estaciones Castelar y Morón,
también excedió en 8 kilómetros la velocidad máxima fijadas en 60 y otro tanto
ocurrió entre Morón y Haedo, por donde circuló a 63 kilómetros.
A medida que se aproximaba a Once, el tren subía la
velocidad ya que entre Haedo y Ramos Mejía, según el reporte de las 6:58
circuló a 69 kilómetros por hora; y a las 7:02 circuló a 73 kilómetros por hora
cuando la máxima también es de 60.
Entre Ramos Mejía y Ciudadela circuló a 69 kilómetros y a
las 7:02 circuló a 73; entre Villa Luro y el paso a nivel de Nazca, según el
reporte de las 7:16 circuló a 42 kilómetros, tramo donde la velocidad máxima es
de 30 y entre las estaciones de Caballito y Once, circuló a 68 kilómetros por
hora donde el límite es 60.
Benítez está imputado del delito de estrago con lesiones
producidas a 80 pasajeros, una de las cuales sufrió la rotura y extirpación del
bazo.
A estos delitos se suma el de ocultamiento y destrucción de
prueba ya que otra de las pericias confirmó que la sangre encontrada en el
disco rigido de la cámara de seguridad de la cabina era la suya, de modo que
fue quien lo arrancó de la gaveta y la ocultó en su mochila para evitar la
prueba.
La semana próxima Lijo resolverá el procesamiento del
motorman, que sigue detenido, pero en ese momento podría decretar su libertad
si considera que no hay peligro de fuga ni de que dificulte la investigación
del hecho.
Como consecuencia del accidente del sábado protagonizado por
el maquinista Julio Benítez, el Gobierno formalizó hoy la decisión de retornar
al Estado el control de la línea Sarmiento.
Además, formalizó las nuevas medidas de seguridad para todo
el sistema de transporte ferroviario para evitar nuevos siniestros.
Ambas disposiciones habían sido anunciadas el miércoles
pasado por Randazzo y hoy quedaron plasmadas en el Boletín Oficial.
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