Accidente de Once
Martes 22 de octubre de 2013
El disco rígido que conservaba las imágenes del maquinista
Julio Benítez en los momentos previos al choque del tren del sábado último en
la estación terminal de Once, no podrá ser recuperado, por lo que no se podrá
contar ya con esa prueba para establecer cómo fue el accidente.
El juez Ariel Lijo recibió un informe de una empresa
especializada que asegura que el material tiene "un daño físico
irreparable", según confirmaron fuentes judiciales.
El disco fue encontrado dentro de la mochila del maquinista
con sangre y muy deteriorado y su recuperación era importante para determinar
las causas del accidente, en especial para saber si Benítez accionó o no los
frenos en el momento previo del impacto contra el paragolpe de contención de la
terminal.
En la declaración indagatoria, el maquinista aseguró que no
recordaba haberlo extraído para lo cual debería haber roto además el dispositivo colocado en las cabinas.
Benítez sigue detenido en la alcaldía del Palacio de
Tribunales porteño luego de ser sometido a exámenes clínicos y psicológicos
a fin de establecer si padece alguna afección de base compatible con en el
"recuerdo borroso" que dijo sufrir cuando fue indagado.
Benítez fue revisado por especialistas del Cuerpo Médico
Forense, donde mañana continuarán algunos estudios complementarios a los ya
ordenados por Lijo inmediatamente después del accidente, entre ellos los
toxicológicos, cuyos resultados ahora espera.
Entre los análisis ordenados está el cotejo del ADN con el
de la sangre encontrada en el disco rígido arrancado del aparato de control.
Oscar Maturano, dirigente del gremio La Fraternidad al que
pertenece Benítez, reiteró que el artefacto para controlar el desempeño de
los maquinistas habría sido colocado allí por "alguien de afuera", lo que
quedaría virtualmente desacreditado si se estableciera que la sangre pertenece
al maquinista.
A falta de las imágenes de la cabina, el juzgado de Lijo
subió hoy al sitio informativo de la Corte Suprema -CIJ--un video de una hora y
21 minutos de duración con la imágenes de la cámara ubicada en la cabina del
guarda, en el último vagón, donde se lo ve cabecear, bostezar y salir y entrar
varias veces del habitáculo.
Las últimas imágenes corresponden al momento del impacto,
cuando el guarda golpea su espalda levemente contra la pared de la cabina,
mientras se escucha un grito "otra vez chocó" y comunica el accidente
en Once.
El guarda ya declaró como testigo en la causa, aseguró que
el tren no frenó cuando ingresó a la estación y que el trayecto anterior había
transcurrido sin inconvenientes, la misma versión que dio el propio Benítez,
quien dijo haber sentido súbitamente una
"falta de aire" y luego recordar sólo "flashes" de lo ocurrido.
En tanto, uno de los heridos, Rubén Siriani, quien dijo
haber sido pasajero del tren, se presentó como querellante y a través de su
letrado, el abogado Gregorio Dalbón, pidió diversas medidas de prueba entre
ellas el allanamiento de La Fraternidad y de la Unión Ferroviaria, como gremio
subsidiario.
El abogado, que representa un grupo de querellantes por la
tragedia de Once en 2012, que hoy cumplió 20 meses, pidió que se busque
eventuales "elementos que permitan comprobar si el imputado (Benítez) pudo
haberlo planeado conjuntamente con autoridades del sindicato al que él mismo
pertenece".
También pidió las declaraciones testimoniales del titular de
ese gremio, Omar Maturano y del gremialista del Sarmiento, Rubén Sobrero,
delegado de la Unión Ferroviaria.
En tanto, la "comisión de investigación" que tiene
a su cargo la pesquisa sobre el choque de trenes de Castelar, también deberá
analizar las causas del siniestro ferroviario ocurrido el sábado pasado en la
estación de Once, según lo dispuso el Ministerio del Interior y Transporte.
Randazzo aseguró además que "el sistema de
detención automática de trenes en la línea Sarmiento ya está comprado y en
proceso de fabricación".
El accidente del tren chapa 5 de la línea Sarmiento que
venía de Moreno, ocurrió a las 7.25 del sábado último cuando una formación que
conducía Julio Benítez ingresó a la estación terminal de Once a 22 kilómetros,
según las afirmaciones del guarda del tren no frenó, y embistió el paragolpe.
Luego se subió al andén y quedó a pocos metros de los
molinetes, en un accidente que dejó 80 personas heridas, aunque ninguna de
ellas de gravedad
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