Se trata del testigo Marcelo Britos
Miércoles 11 de septiembre de 2013
El testigo Marcelo Britos declaró mediante el sistema de
videoconferencia, en el marco del juicio oral y público donde se juzgan delitos
de lesa humanidad cometidos durante la última dictadura cívico-militar.
En su testimonio,
Britos, quien en esa época era militante de la Unión de Estudiantes Secundarios
(UES) cuando tenía 16 años, recordó que fue secuestrado el 26 de mayo de 1976.
Indicó que en esa oportunidad, junto a otros estudiantes
participaban de un acto de homenaje al Cordobazo en las concesionarias de autos
del Puente Tablada, en la ciudad de Córdoba.
"Sentíamos que era algo injusto, que gente humilde
compraba un auto y estaba toda su vida pagándolo", dijo.
Precisó que en aquella acción, participaron cuatro jóvenes
de entre 14 y 17 años y cuando la patota los encerró, intentaron escapar
corriendo.
"Golpeé con un palo a uno de ellos que tenía a una
compañera agarrada y la soltó. Corrimos hasta el puente y ella no podía seguir,
era asmática".
Finalmente lo atraparon y lo arrastraron por la vereda y
tras desnudarlo lo introdujeron en un patrullero en el que los llevaron al
Departamento de Informaciones de la Policía (D2), donde según relató, pasó
"los peores 11 días de su vida".
Tras ser liberado, en septiembre de 1979, decidió exiliarse
en España: "No vuelvo mucho a Córdoba, me fui con mucho miedo", y
añadió que visitó la ciudad en febrero de este año, oportunidad en la cual
decidió acercarse al edifico donde funcionaba el D2, donde se encontró con la
existencia del Archivo de la Memoria.
Recordó que es ahí donde le contaron de la existencia de
unas fotos en las que estaba y le dieron documentación referida a su secuestro.
"Me atendió una excelente persona, una trabajadora del
Archivo, llamada María, que con paciencia comenzó a preguntarme, y estuvimos
conversando. Gracias a ella pude darle nombres a algunas de esas compañeras de
las cuales solo conocía el apodo, o ni aún eso", expresó.
Britos relató que casi nadie de su entorno supo de todo lo
que le pasó. Guardó silencio por el terror que lo marcó e incluso dijo que a
veces llegó a sentir culpa: "con todo lo que esta gente hizo -si es que
puede llamarse gente-, hay 30.000 personas que la pasaron peor que yo, o que
hoy no tienen a su ser querido".
Tras escuchar el testimonio de Britos, el Tribunal Oral
Federal número 1 (TOF1), resolvió pasar a un cuarto intermedio hasta mañana a
las 10, donde se espera la declaración de dos nuevos testigos.
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